Es blandita, calentita, mullida y grande. Tu cama es el lugar de ensueño para tu gato, y además, en ella puede acurrucarse contigo.
Dormir con un gato: ¿debemos aceptarlo o rechazarlo?
Según diferentes estudios, el 45 % de la población reconoce dormir con su gato, pero hay opiniones para todo.
Algunos dueños no pueden pasar una noche apacible sin sentir la presencia cariñosa de su gato, y otros, por el contrario, lo aborrecen. Estos últimos suelen insinuar un falso pretexto para prohibir a sus compañeros que vayan a su habitación: la posible transmisión de una enfermedad. Evidentemente, esto es falso, a no ser que se tenga un problema de alergia al pelo de gato.
Pasar una noche tranquila con un gato no siempre es tarea fácil
Si bien es cierto que algunos copian el ritmo de sueño de sus dueños y duermen el mismo tiempo que ellos, otros, por el contrario, son mucho más inquietos (el típico gato que se sube a tu cabeza en mitad de la noche o que decide entrenarse para cazar con los dedos de tus pies), y hacen que la noche se convierta en un verdadero infierno.
Y resulta que el gato es un animal al que le gusta marcar su territorio, por lo que una vez que conquiste el terreno, será muy difícil, por no decir casi imposible, impedirle que vaya a tu cama, a no ser que estés dispuesto a soportar sus maullidos y arañazos en la puerta de tu habitación. Por lo que en cuanto llegue tu gatito, si tu intención es la de prohibirle la entrada a tu habitación, más vale no ceder en absoluto, si no, lo acabarás acogiendo más de una vez en tu cama.
Para poner todas las cartas a tu favor y pasar noches tranquilas desde el primer momento en el que comparte tu cama, debes hacerle comprender que este lugar es un sitio consagrado al descanso, tanto el suyo como el de su dueño; por eso, más vale evitar jugar con él en la cama y sobre todo, no ceder a sus exigencias, especialmente en lo que se refiere a despertarse muy temprano. Es la única manera de poder pasar noches apacibles, acunado por sus ronroneos.
Y tú, ¿has sido capaz de prohibirle a tu gato el acceso a tu cómoda cama, o por el contrario, te gusta dormir con él?