Los animales tienen mil soluciones para atraer a la elegida de su corazón y cuentan con gran ingenio y diversas técnicas.
¿Quieres saber más? Hoy te traemos algunas datos curiosos sobre la forma en que los animales seducen, a cada cual más original.
La tórtola: una seducción con mucha dulzura
La expresión «como dos tortolitos» no se ha acuñado por casualidad. Estos pajaritos pasan la mayor parte del tiempo a acariciarse, a volar en pareja y a acaramelarse. Y así durante todo el año, excepto en invierno.
La chinche: la menos discreta
Para seducir a su compañera, el macho no se anda con rodeos: frota su pene contra su abdomen, provocando así un ruido que asciende a los 99 decibelios, lo que equivale al ruido de un desbrozo.
El jerbo de Egipto: la maratoniana
El jerbo de Egipto es un roedor norteafricano capaz de aparearse 224 veces en dos horas. No hace falta decir que este animalito no descansa...
La babosa de mar: la más insolita
Este animalito es una babosa hermafrodita que pierde su pene una vez que termina el acto sexual. Como lo has oído: esta extraña babosa se deshace de su colita tras la copulación. 24 horas más tarde, un «pene juvenil» aparece para remplazar al antiguo miembro utilizado.
El marsupial del este australiano: el más letal
Esta especie de rata de 10 cm se reproduce con tanto entusiasmo que acaba muriendo literalmente tras el acto. Tras haber copulado con diferentes hembras, el marsupial está tan estresado que se pelea con otros machos o muere de hambre porque se le olvida comer.
El percebe: el mejor dotado
Al igual que la babosa de mar, este crustáceo es hermafrodita, pero este animalillo incapaz de moverse, posee un pene 40 veces más grande que él. Este ardid le permite reproducirse con los individuos adyacentes.
La jirafa: la más lenta
La jirafa solo ovula cada dos años, el tiempo que tarda en portar a su pequeño y en amamantarlo. Esto suele provocar peleas violentas entre los machos, que quieren seducir a su querida congénere a cualquier precio para reproducirse. Si cuando decimos que lo que es escaso se vuelve caro, no es por gusto.
El elefante: el más tardío
El elefante debe esperar la mitad de su vida para tener su primer apareamiento, es decir, unos 25-30 años.
En cuanto al acto sexual, este es por suerte mucho más rápido, ya que no dura más de unos 20-30 segundos, lo que le permite a las elefantas no sufrir mucho de cara a las 6 toneladas de su marido.El bonobo: el más hedonista
Es el único animal (exceptuando a las personas) que hace el amor por puro placer. Para este mono, copular no es necesariamente sinónimo de reproducción, ya que, por ejemplo, permite tranquilizar a los individuos más agresivos. Más bien terapéutico, ¿no?
El paseriforme de Australia: el más entregado
Este pajarillo es todo determinación en su búsqueda de la seducción. Para ello, construye una cabaña (sí, sí, una verdadera cabaña), cuyas medidas pueden ir hasta 1,60 m de largo y 1 m de alto, y que decora con objetos brillantes para atraer a su musa. Todo un seductor este paseriforme.
Fuente: ouestfrance