Mucha gente no lo sabrá, pero el verano es temporada alta de abandono de animales. En este artículo te contamos todo lo que puedes hacer para ayudar a estos animales durante este período tan complicado, y qué hacer si ves a un animal abandonado que necesita ayuda.
Son muchas las dudas que aparecen en nuestra cabeza cuando nos encontramos un animal abandonado. ¿Lo cojo? ¿Qué hago? ¿Lo llevo directamente al veterinario? Ya ni hablar de la angustia que se apodera de nuestro cuerpo cuando vemos que este animal además está enfermo, con heridas, etc. Son situaciones en las que debemos actuar con la mayor rapidez posible.
Está claro que, dependiendo de dónde lo encontremos y cuál sea la situación, existen diversas opciones. Evidentemente, no es lo mismo que nos encontremos un animal al lado de nuestra casa que si nos lo encontramos mientras estamos de vacaciones, por ejemplo. Existen miles de escenarios, pero en todos se debe actuar cuanto antes.
Abarcar todo el abanico de posibilidades de un país, donde un animal es abandonado cada 3 minutos, es una tarea bastante imposible. Por ello, vamos a compartir varios pasos importantes y fundamentales a la hora de orientarnos en la toma de decisiones.
1. Rescatar al animal
Cuando nos encontremos un animal abandonado, sea del tipo que sea , sea de la raza que sea, lo primero que debemos hacer es rescatarlo. Esto parece evidente, pero correremos el riesgo de que el animal intente huir o nos ataque para defenderse. Para ello, es esencial observar al animal unos minutos antes de acercarnos. Y lo más importante es fijarnos en su lenguaje corporal, ver si se aproxima confiado o si se muestra agresivo o con miedo.
Si el animal se acerca y se deja tocar, tenemos el primer punto resuelto.
Rescatar a un animal con miedo sin morir en el intento
Si te encuentras en el segundo escenario, te contamos las diferentes posibles opciones:
- Vigila: Lo principal es no perder al animal de vista, por lo que pediremos ayudar a otra persona para que pueda vigilar mientras que la otra traerá los recursos necesarios.
- Herramientas básicas: Necesitaremos una comida cuyo olor sea fuerte (un pienso normal no será estímulo suficiente, pero una chesseburger sí lo será), una toalla y una correa o transportín (en el caso de un animal pequeño necesitaremos lo segundo).
- Pequeños y suaves movimientos: Nuestro lenguaje corporal es muy importante. Ante un animal asustado tenemos que demostrar que no somos un peligro. Debemos tumbarnos en el suelo o colocarnos de lado para no mirar de frente sus ojos. Sobre todo, nuestros gestos deben ser suaves y delicados.
- Comida y paciencia: Ofreceremos al animal la comida, alejándonos si es necesario para ir poco a poco colocando la comida a menor distancia entre nosotros.
Si el animal se aproxima a nosotros para comer, debemos tener la correa a mano (o bien la toalla si se trata de un animal más pequeño).
Cuando coma de nuestra mano con tranquilidad, haremos un lazo amplio con la correa y mantendremos dentro la misma mano con la que le estamos dando de comer. Muy poco a poco colocaremos el lazo alrededor de su cuello sin que se dé cuenta. Una vez tengamos el lazo colocado, es importante que seamos rápidos para que el lazo se cierre sin que el animal tenga tiempo de escapar.
En este momento el animal puede asustarse, revolverse e intentar atacarnos, por eso importante sujetar el lazo y no acercarnos al animal hasta que se haya calmado.
Si se trata de un gato u otro animal pequeño, lo que sostendremos en la otra mano será una manta o toalla que lanzaremos sobre el animal, siempre asegurándonos que tenemos el transportín cerca para meterlo inmediatamente.
Si te da miedo o tienes poco tiempo, lo mejor es que contactes con la protectora más cercana para pedir ayuda.
2. Llevarlo al veterinario
Lo primero que debemos hacer una vez hayamos rescatado al animal, es acudir a una clínica veterinaria, tanto para que le hagan un chequeo médico como para ver si tiene o no microchip.
Si tiene microchip, los veterinarios se ocuparán de contactar con su familia, ya que no pueden facilitar los datos. Si no tiene chip, pasemos al siguiente punto.
3. Acoger o no acoger
Si resulta que el animal no tiene placa identificativa, es nuestro deber decidir si dar una mejor vida al animal en cuestión. Acoger un animal puede que no sea un gran esfuerzo para ti pero te aseguro que hasta que encuentre una familia adoptiva, su mundo ya habrá cambiado por completo, y todo gracias a ti.
Consejos básicos para acoger un animal
Si vives con otros animales, ten precaución y trata de mantenerlos separados temporalmente.
Si resulta que el animal no tiene microchip, deberías hacer carteles con su foto y colgarlos por la zona donde apareció.
Publica fotos suyas en Facebook, ya que existen grupos específicos para la difusión de animales perdidos o animales en adopción.
Contacta también con la protectora más cercana que encuentres para que te ayuden a difundir las fotos y encontrar la familia adoptiva perfecta.
Qué puedes hacer si no puedes acogerlo
Si no puedes acoger al animal hasta que encuentre una familia adoptiva, los mejor es que contactes con la protectora para ver si ellos pueden hacerse cargo.
En caso de que sea así, no estaría de más que consideraras dar un donativo o apadrinar al animal hasta que sea adoptado. Recuerda que son asociaciones sin ánimo de lucro normalmente llevadas por voluntarios que hacen mucho más de lo que pueden con muy pocos recursos.
Si la protectora no se puede hacer cargo inmediatamente, propón soluciones. Puedes pedir que te pongan en lista de espera y cuidar del animal hasta que tengan un hueco.
Hagas lo que hagas, no llames a la perrera
En la mayoría de las perreras, los perros son sacrificados 10 días después de su llegada si nadie se interesa por ellos. Algunas localidades están empezando a implementar programas de Sacrificio Cero. Tienes que saber que si llamas tanto a la Policía Local, a la Guardia Civil o al Servicio de Recogida de Animal, el destino de ese animal será la perrera.
Por último, la mejor opción posible que te podemos dar: ¡adopta! Si puedes acoger a ese animal inocente para siempre, te aseguro de que acabas de encontrar al amor de tu vida.
Y tú, ¿has rescatado alguna vez a un animal abandonado?
Fuente: Cuerpomente