Las flores de Bach son esas plantas, que aun siendo grandes desconocidas, son muy eficaces, ya que remedian muchísimos problemas.
Que tu perro escuche a Bach, ese genio de compositor, es sin duda alguna algo beneficioso para él, pero evidentemente, no hablamos de eso. El doctor Edward Bach, médico inglés de primeros del siglo XIX, preparó 38 flores, más conocidas como flores de Bach, que intervienen en las emociones y restablecen el equilibrio emocional. Estas flores son eficaces para cualquier ser vivo, ya sea una persona, un animal o un vegetal.
Se deben observar la sensibilidad y las emociones de los perros, y tomarlas en cuenta para comprender el malestar o sufrimiento, y de manera general, el comportamiento. Los perros tienen capacidades sensoriales mucho más agudas y eficaces que las nuestras, por lo que el factor emocional es muy importante.
Las flores de Bach son indiscutiblemente útiles para superar una etapa de crisis, hacer frente a situaciones difíciles, sobrellevar una enfermedad, sobrepasar un comportamiento molesto o simplemente permitir un apaciguamiento en el día a día y un mejor confort de vida. En una palabra: las flores de Bach permiten una mejor comunicación al reducir o eliminar las asperezas emocionales en beneficio de un enfoque más sosegado de las cosas.
¿Cómo elegir y administrar las flores de Bach?
Elegirlas es algo sencillo, eficaz y sin peligro. El terapeuta o behaviorista elegirá las flores según las emociones negativas constatadas en el perro (historia, contexto de vida, dificultades, temperamento…).
Administra 4 gotas de la mezcla de flores, 4 veces al día, de la manera más práctica para ti: directamente en la cara, en una golosina, en el agua, en la comida, etc. Más que la cantidad, es la frecuencia y la recurrencia de las tomas lo que importa. Por lo general, se necesita una toma de tres semanas, aunque a veces se obtienen resultados más rápidos.
Las flores de Bach son inofensivas, 100 % naturales y no generan adicción.