Cuando conocemos a nuestro perro, es fácil detectar si algo no va bien, ya que su comportamiento suele cambiar.

Sin embargo, para poder reaccionar correctamente si ocurre un problema, es necesario observar y conocer los síntomas más frecuentes.

Mi perro tiene fiebre

Si tu perro tiene un comportamiento extraño o muestra signos claros de fiebre (decaimiento, reducción del apetito, debilidad, temblores, etc.), tómale la temperatura rectal con la ayuda de un termómetro electrónico. Si la temperatura es superior a 39 °C, ponte en contacto con tu veterinario.

Mi perro se ha intoxicado

Si tu perro muestra signos de intoxicación (vómitos, diarrea, decaimiento, nerviosismo…), trasládalo al veterinario lo más rápido posible y llévate el producto sospechoso con su embalaje. Si no sabes lo que tu perro ha podido ingerir y vomita, intenta recoger lo que ha expulsado en una bolsa limpia. Esto podría servir para identificar la sustancia tóxica.

Mi perro tiene sangre en la orina

Quien dice sangre en la orina dice problema urinario, por lo que debes determinar si el problema procede de las vías urinarias bajas, de la vejiga o de los riñones. En cualquier caso, no tardes en consultar a tu veterinario, sobre todo si observas que a tu perro le cuesta orinar o muestra otros signos preocupantes.

Mi perro tiene sangre en las heces

La presencia de sangre muy roja en las heces no tiene por qué ser grave, excepto si el sangrado es abundante o se repite con frecuencia. La sangre roja suele deberse a una irritación del ano, de origen parasitario o inflamatorio. Lleva a tu perro a que lo examinen: a lo mejor tan solo tiene las glándulas anales obstruidas o necesita que lo desparasiten.

Por el contrario, la sangre oscura procede de la parte superior del intestino. Las causas de una gastroenteritis hemorrágica pueden ser variadas: enfermedades infecciosas, parásitos, cuerpos extraños… Si los excrementos presentan, además, mal olor y el perro vomita y/o tiene fiebre, es muy probable que se trate de una gastroenteritis viral o bacteriana. Lleva a tu perro al veterinario lo más rápido posible.

Mi perro respira muy rápido

La aceleración de la respiración puede producirse en diversas situaciones.

- ¿Tu perro se ha quedado encerrado en un coche o en un lugar en el que hace mucho calor? Es probable que se trate de un golpe de calor.

- ¿Le cuesta recuperarse tras un esfuerzo físico? En este caso, puede que su corazón presente una deficiencia.

- Si se trata de un perro que ha comido en las horas previas, su vientre está hinchado e intenta vomitar sin éxito, es probable que se trate de una dilatación-torsión gástrica. En este caso, se trata de una emergencia: su supervivencia dependerá de la rapidez con la que lleves a tu peludo a una clínica en la que pueda ser operado.

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