Desafortunadamente, el cáncer también afecta a los animales, además de las personas. Pero lo que poca gente sabe es que el cáncer representa la primera causa de mortalidad entre nuestros amigos de cuatro patas.
Estas son algunas de las señales que pueden mantenerte alerta y que te pueden ayudar para que reacciones lo antes posible y evites lo peor.
1. Protuberancias en el cuerpo:
No tienen por qué ser cancerígenas, pero te recomendamos que hables con tu veterinario para estar seguro.
2. Olores inusuales:
El cáncer de boca, de nariz y de las glándulas anales suelen provocar fuertes olores.
3. Segregaciones abundantes y anormales:
No olvides que puedes llevar las segregaciones (sangre, pus, vómito...) de tu animal a tu veterinario para que las examine.
4. Heridas que no cicatrizan:
Pueden ser un signo de infección, de una enfermedad o de un cáncer.
5. Pérdida de peso:
El cáncer suele ir acompañado de una multitud de enfermedades que provocan una bajada de peso.
6. Falta de apetito:
Aunque no prediga un cáncer de manera sistemática, la falta de apetito nunca debe tomarse a la ligera en gatos y perros. Los tumores orales pueden ser la causa.
7. Dificultad respiratoria:
Una molestia respiratoria puede estar originada por diferentes causas, y una de ellas es el cáncer. También puede ser un síntoma revelador de una enfermedad de los pulmones o del corazón. Por ello, es importante que consultes a tu veterinario lo antes posible si observas que tu gato o tu perro respira con dificultad.
8. Estado letárgico:
Si notas que tu mascota tiene tendencia a dormir más y a estar menos activo, háblalo con tu veterinario.
9. Cambios en cuanto a su higiene:
Si tu animal tiene dificultad para hacer sus necesidades o utiliza su arenero más de lo habitual, esto podría ser un indicio de cáncer.
10. Sufrimiento evidente:
Observar a tu animal es muy importante. Si tiene dificultad para caminar, correr o saltar, es posible que tenga un cáncer de huesos.
Si tu animal sufre varios de estos síntomas, háblalo con tu veterinario. Puede que solo sea un susto y se quede en nada, pero siempre es mejor quedarse tranquilo.