Bajo sus aires de criatura inocente, el gato posee una dentadura de carnívoro digna del cazador que lleva dentro; A continuación, te mostramos 5 cosas que debes saber sobre los dientes del gato y el por qué debes cuidar su dentadura.
1. Los gatos no tienen muchos dientes
La mandíbula de un gato está compuesta de 30 dientes definitivos. A modo de comparación, los perros poseen 42 dientes, es decir; 12 más que los gatos.
Estos felinos tienen dos series de dientes durante toda su vida. La primera está constituida por un cojunto de leche, estos comienzan a salir cuando el gato tiene entre 2 y 4 semanas. Cuando alcanza la edad de 3 o 4 meses los dientes definitivos comienzan a salir.
2. Sus dientes son útiles para la hígiene
Los dientes de los gatos son una excelente herramienta para su aseo. Los incisivos le permiten quitar los residuos y pequeños restos vegetales. El limpia y rasca su pelaje con los dientes delanteros atrapando así una gran cantidad de pulgas.
3. Los dientes del gato están diseñados para un régimen carnívoro
Los gatos han evolucionado como carnívoros, eso quiere decir que necesitan carne para sobrevivir. Los gatos nutridos con alimentos sin carne tendrán un estimado de vida más corta. Ellos necesitan los aminoácidos presentes en la carnes. Por otro lado los suplementos de aminoácidos en polvo no son suficientes incluso pueden alterar el metabolismo del gato.
La falta de aminoácidos es nefasta para los gatos, incluso pueden desarrollar enfermedades cardíacas. Los dientes del gato están particularmente concebidos para masticar la carne. Asegúrate que le estés dando el régimen adecuado a tu gato.
4. Los gatos pueden padecer ciertas enfermedades dentales
Al igual que los humanos, los gatos pueden tener caries. Además, los gatos tienen su propio metabolismo con exigencias dietéticas y ambientes particulares. Entre las patologías dentales que pueden sufrir, una de ellas es la pérdida de los dientes. Se trata de una lesión que puede afectar el esmalte y finalmente rodear la corona de los dientes.
5. El gato esconde su dolor
Los gatos son vulnerables y en muchas ocasiones no les gusta mostrar sus debilidades. Por lo tanto, no es fácil saber si tu gato sufre. Te recomendamos llevar a tu gato al menos una vez por año al veterinario para una visita de control.
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Fuente: iheartcats
