Poco conocido, el Van Turco es una raza de gato muy antigua y fascinante. Aunque ha conservado un aspecto un poco salvaje, es un compañero ideal para la persona que sepa entenderlo.
Orígenes del Van Turco
Al igual que lo indica su nombre, este gato es originario de Turquía y más precisamente de la región del lago Van. Se trata de una zona de difícil acceso y con condiciones climáticas extremas, lo que puede explicar la morfología robusta del Van Turco.
Arqueólogos han descubierto monedas de la época durante la cual los romanos ocupaban Armenia (75-387 después J.-C.) representando lo que se parece mucho a un Van Turco.
Solían vivir independientes y sin el hombre. Hasta que, en 1955, dos mujeres británicas, Laura Lushington y Sonia Halliday se interesaron en este espécimen. A partir de ese momento, empezaron a criar y a dar a conocer la raza al mundo.
Características físicas del Van Turco
El Van Turco se distingue sobretodo por su gran tamaño. Efectivamente, los machos pueden llegar a pesar hasta 9 kg. Su desarrollo es lento y puede tardar en crecer completamente hasta 5 años.
Su pelaje es mayoritariamente blanco y solo tiene manchas de color en su cabeza y cola. Suelen ser de color pelirrojo. Su pelo es muy suave y suele ser comparado a cachemir.
Carácter del Van Turco
Ya que vivió tanto tiempo sin necesitar el hombre, esta raza tiene un carácter más bien salvaje e independiente. Aunque, no le disgustan las caricias y hasta puede ponerse celoso.
Es un gato que no está del todo adaptado a la vida en apartamento ya que necesita hacer mucho ejercicio. Además, es un gato muy inteligente que se suele calificar de « gato-perro ».
El Van Turco es un gato al que el agua no disgusta. Se cuenta que algunos especímenes del lago Van hasta se tiraban al agua cuando hacía mucho calor.
¿Ha visto un gato de esta raza alguna vez?