Epilepsia en los gatos: Las crisis de epilepsia son más frecuente en los perros que en los gatos. Algunas veces, el animal puede sufrir de convulsiones. ¿Cómo reaccionar a esta situación? En este artículo, encontrarás todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad.
Una crisis convulsiva en los gatos -menos común en los perros - se traduce a un estado donde el animal presenta problemas de comportamiento los cuales pueden estar acompañados de problemas locomotores.
Las convulsiones generan problemas para « caminar » o tembladera. El animal puede generar exceso de saliva.
Epilepsia en los gatos : algunas de las posibles causas
En los gatos, las crisis convulsivas pueden tener varios orígenes. Esta enfermedad puede ser hideopática, es decir; desconocida en el caso de la epilesia « primaria» o « esencial». En caso de la epilepsia confirmada « secundaria», esta se debe a problemas en el cerebro como en una hemorragia cerebral o una encefalitis. Una epilsepsia « reactiva » en los gatos originará problemas en el sistema digestivo del animal. Su origen puede estar en el mal funcionamiento de un órgano, o como resultado de una intoxicación.
3 Fases durante la epilepsia
Durante una crisis convulsiva en los gatos, pueden darse varias fases: la aura epilepsia corresponde a la primera,es aquella donde el gato adopta un comportamiento inusual, raro. Puede ponerse a maullar, siendo la primera fase que precede la crisis. Enseguida, se producen descargas eléctricas originadas por la misma crisis, esta es la etapa más fuerte de la epilepsia.
Finalmente, hay una fase de recuperación. Aunque el gato parezca recuperar su estabilidad, él permance en estado de choque. Puede permancer postrado, estar desorientado, hasta poco a poco regresar a su estado normal.
¿Que hacer frente a una crisis de epilpsia en los gatos?
Una crisis convulsiva puede alarmar a cualquiera que no sepa como reaccionar. Se aconseja de no tocar o mover al gato durante la crisis. La única cosa que se puede hacer, es tener cuidado a que no se lastime. No lo dejes en sitios altos, como la cama o el sofá, por ejemplo. También haz el esfuerzo de buscar un ambiente calmado para él.
Una vez superada la crisis, debes ir inmediatamente a un veterinario. El seguro animal se encarga de este tipo de problema. Él médico querrá saber como vive el animal, si es primera vez que le pasa o si ya ha tenido convulsiones anteriormente.
Varios exámenes podrían ser realizados para poder encontrar la causa exacta.
Luego de eso el veterinario podrá prescribir el tratamiento adecuado: puede ser un anticonvulsivo si el origen es hideopático; o un tratamiento que permita curar el origen de la crisis.