Al igual que los seres humanos, el gato puede sufrir de obesidad. El sobrepeso puede tener numerosas consecuencias nefastas en su salud.
La obesidad es la enfermedad más frecuente en los gatos, puede traer consecuencias graves a nivel cardíaco, generar dificultades respiratorias y también enfermedades locomotoras. Es recomendable pesar a tu gato regularmente para vigilar una posible subida de peso. Sin embargo, conocer el peso ideal dependera del tamaño y tambiém de la raza del gato. En general, un gato puede pesar entre 3 y 5 kilos en función de sus origenes.
Factores que provocan la obesidad
Una mala alimentación
El sobrepeso de tu gato se debe principalmente a la alimentación que recibe. Algunos alimentos pueden ser de mala calidad o muy ricos en materia grasa.
Es importante saber que un gato, en su medio natural, puede alimentarse hasta 20 veces por día. Sin embargo, durante sus cazas diarias, el traga pequeñas cantidades.
Es posible también, que el modo de distribución que le proponemos puede ser totalmente diferente y algunas veces inapropiado. Es por ello, que el gato, por temor a quedarse sin alimento, comerá muy rápidamente y por lo tanto afectará la digestión.
Por lo tanto, te aconsejamos poner una taza completa de comida a su disposición todos los días. De esta forma, tu gato podrá comer a su conveniencia y retomar su ritmo de cazador. Con una taza llena todos los días, el animal limitará por si mismo las cantidades y comerá sin precipitarse.
Falta de actividad física
Si tu gato no hace ejercicio, esto puede favorecer la obesidad. Principalmente, los gatos de apartamento suelen ser mas sendentarios ya que no pueden gastar su energía como los otros gatos que tienen la oportunidad de salir al exterior.
Un entorno muy tranquilo puede aburrir a tu mascota. Además, con tu ausencia y la soledad sumada, el animal desarrollará ansiedad que puede llevarlo a incrementar las cantidades de alimento.
Con el objetivo que tu gato pueda gastar esa energía, intenta introducir en el interior de tu casa un árbol para gato y pon a su disposición otros medios de entretenimiento
La esterilización
Luego de la esterilización, el comportamiento del gato cambia debido a la baja de hormonas. Esta operación disminuye las necesidades enérgicas del gato. Deberás adaptar sus comidas después de la castración, a fin de disminuir las calorías.
En efecto, un gato no castrado se alimenta muchas veces al día con pocas cantidades, pero un gato castrado pierde esta regulación. En ese caso, te aconsejamos, una distribución en las cantidades de alimento.
Cambio de ambiente
Un cambio de ambiente puede hacerle perder sus puntos de referencias. Sus hábitos serán modificados y deberá aprender a vivir en un nuevo espacio. Los cambios como una pérdida de espacio como el jardín, la ausencia de un allegado o un cambio de casa pueden afectar a tu gato provocando un aumento de peso.
¿Cómo saber si tu gato tiene sobrepeso?
En primer lugar, observa a tu gato de perfil y por encima para tener un punto de referencia. Si no ves los huesos ni el hueco de su costado al igual que una separación entre el abdomen y el tórax, entonces tu gato presenta signos de obesidad.
Existe una clasificación de resultados que te ayudarán a saber si tu gato es obeso o no.
Un gato extramadamente flaco
Puedes ver y sentir el relieve de los huesos bastante marcado y una pérdida de masa muscular. No logras palpar la grasa de los costados :en resumén está desnutrido.
Un gato delgado
Si puedes apreciar los laterales, la columna vertebral y los huesos del cuenco, y una figura marcada: tu gato es delgado.
Un gato ideal
Si a tu gato no se le ven los huesos pero logras sentirlos, además el hueco del costado es visible con una leve cantidad de grasa abdominal: tu gato tiene el peso ideal.
Un gato con sobrepeso
Si palpas los costados y no logras sentir el hueco del costado : tu gato tiene sobrepeso.
Un gato obeso
Si los laterales del gato no son palpables, sientes una capa de grasa de cada lado, y puedes agarrar su grasa abdominal: tu gato es obeso.
¿Tienes un gato obeso?
Leonel P