Incluso las criaturas más pequeñas también merecen bondad y cuidados cuando más lo necesitan. Y los pequeños roedores, como éste hámster, no son una excepción.
Su nombre es Lavanda, tiene tan solo 4 meses y es el nuevo miembro de la familia Weeks, en Inglaterra – pero no ha tardado en mostrar su lado más travieso.
Recientemente, la familia se percató de que Lavanda faltaba en su jaula. Después de una larga y desesperada búsqueda, lograron encontrarla detrás del horno de la cocina. Desgraciadamente, su pequeña travesura vino con un precio. Al quedarse atrapada detrás del horno, una de sus patitas quedó gravemente herida. La familia no dudó ni un segundo en coger las cosas y acercarse al veterinario más cercano para que pudieran curarla.
Dada la gravedad de la lesión del hámster, los veterinarios propusieron dos opciones a la familia Weeks.
“Los dueños de Lavanda tuvieron que tomar la decisión de someter al animalito a una anestesia general para amputarle la pata fracturada, o bien sacrificar (tristemente) al pequeño hámster para evitarle todos los dolores y molestias posibles”, dijo la veterinaria Amu Andrews en un comunicado. Finalmente, la familia decidió intentar salvar a Lavanda.
Afortunadamente, la cirugía fue todo un éxito, pero asegurarse de que Lavanda se recuperara completamente conllevaría un poco de ingenio.
Los veterinarios necesitaban una manera de asegurarse de que Lavanda no complicara el proceso de recuperación mordisqueando las suturas, pero los conos protectores usados en tales casos son típicamente clasificados para animales más grandes, como gatos y perros.
Así que, el equipo médico no tuvo opción que volverse un poco creativo y crearle a Lavanda su propio y único cono protector.
Lavanda, con su cono puesto, se reunió ya con su familia, que, no cabe duda, la quieren con locura.
Gracias a la rápida decisión de la familia de ayudar al hámster, y al personal veterinario que fue más allá en proporcionarle toda la ayuda posible, Lavanda está feliz de nuevo – volviendo a ser igual de traviesa pero, esta vez, con algunas precauciones y restricciones.
“Ha hecho una gran recuperación y rápidamente se ha acostumbrado a su nueva vida con tres patitas”, dijo el dueño de Lavanda en el comunicado. “Ella sigue intentando corretear por todas partes, a pesar de que hemos cerrado los dos primeros niveles de su jaula para que esté tranquila en la zona de abajo por ahora”.
Fuente: The Dodo
Imágenes: Clínica Veterinaria Cherrydown