Los gatos se sirven de los maullidos para comunicarse entre ellos, pero también con las personas. Es la única manera que tienen de expresar sus necesidades.

Los propietarios de gato pueden preguntarse por el significado de estos maullidos. Un dueño suele saber interpretar los diferentes tipos de maullidos de su gato. Debe ser capaz de comprender cuando su gato quiere salir, si tiene hambre, o si el gato está o no feliz.

El maullido del gato

El gato adapta la intensidad sonora de sus vocales según la reacción de su propietario. Podrás observar maullidos cada vez más fuertes si no recibe respuesta a su demanda.

Cuando un gato está en cólera o a la defensiva, el tono del maullido será más bajo si lo comparamos al maullido de saludo amistoso, que tendrá un tono más alto.

Las llamadas urgentes, tienen un sonido desagradable que durará más tiempo, y expresan algo desagradable para tu gato. Esto puede relacionare con el estrés o con un problema de salud, que te alertará gracias a esas vocales poco habituales.

La comunicación verbal del gato

Los gatos cuentan con una comunicación verbal muy completa, con otros sonidos además del maullido. El gruñido, el trino, el chisporroteo, el silbido, el maullido de la gata en celo, el aullido de agresión, el grito de dolor, y, por supuesto, el ronroneo.

Cuando un gato chifla, gime o da un grito, quiere comunicar su miedo y desconfianza. Adoptará una postura de intimidación y emitirá vocales. En ese momento, tu gato puede dar gritos abriendo y cerrando la boca, como un gorjeo o castañeteo. Esos gritos tienen lugar cuando el gato siente una gran frustración.

El ronroneo

El ronroneo traduce la mayor parte del tiempo el bienestar del gato. Es el sonido más relaxante y adorable de nuestros compañeros. Esta comunicación está presente desde el nacimiento entra la madre y los gatitos.

No obstante, el ronronner también puede significar que tu gato está enfermo, nervioso o que está intentando tranquilizarse a sí mismo.

¿Por qué mi gato se frota contra mí?

La comunicación del gato no se constituye únicamente de maullidos. El gato también es un animal táctil al que le gusta el contacto con las personas para hacerles sentir todo el cariño que tienen. Cuando un gato se frota contra su dueño con la cabeza o el cuerpo, también le permite depositar sus feromonas. Le depósito de feromonas faciales es un comportamiento muy conocido en el gato, que tiene como objetivo marcar su territorio y reconocer zonas familiares y relajantes.

Y tú, ¿conoces el comportamiento de tu gato al completo?

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