No obstante, puedes ayudarle durante la fase de convalecencia con simples gestos. En este artículo, te contamos la forma de reconocer un accidente cerebrovascular (ACV) y los primeros cuidados que debes aportarle a tu perro.
Los accidentes cerebrovasculares (ACV) causan muchas enfermedades y discapacidades en los humanos, sobretodo los adultos. Es cierto que los accidentes de este tipo no se conocían en perro y gatos hace unos años. Aunque sigan siendo poco comunes en medicina veterinaria, se reconocen poco a poco. Así mismo, las técnicas de detección y los tratamientos han conocido ciertos avances estos últimos años.
Accidente cerebrovascular en perros: conserva la calma
¿Hay tratamiento?
Como lo hemos explicado, el ACV es mucho menos frecuente en perros que en humanos. Los datos afirman que el accidente cerebrovascular afecta al 2% de los pacientes neurológicos que se admiten en las clínicas veterinarias.
Si se admite a tiempo, el pronóstico vital del paciente canino es bastante bueno. Aunque, se trata de un suceso grave que puede tener grandes consecuencias en la vida del perro. Por eso mismo, es importante seguir los consejos del veterinario y ayudar a su perro a sentirse bien. En algunos casos puede hacer falta algo de reeducación.
No existe ningún tratamiento único en el caso del accidente cerebrovascular en perros. Los medicamentos y tratamientos dependerán de la gravedad y de las consecuencias del ACV.
El tratamiento principal y común a todo tipo de accidente cerebrovascular consiste en mantener la presión sistémica y la posterior oxigenación de los tejidos. Además, una parte importante del tratamiento es el seguimiento de las secuelas secundarias. Puede que el ACV haya sido provocado por una enfermedad ya presente en el perro. Si es el caso, también se tendrá que tratar la enfermedad subyacente.
Proporcionar tranquilidad
Proporcionar tranquilidad a tu perro forma parte del tratamiento tras un ACV. Deberás respetar a tu perro en estos momentos, ya que no tendrá muchas ganas de salir o de jugar como un loco. El sueño le ayudará a recuperarse más fácilmente, sobre todo si es viejo.
Por ello, no debes olvidar prepararle un rinconcito dentro de casa, tranquilo, en el que encontrará sus mantas favoritas, su cesta, sus cojines... y vigila que no esté expuesto a las corrientes de aire.
Si llevas a tu perro al veterinario y te afirman que ha sufrido un accidente cerebrovascular, no entres en pánico. No todos los accidentes de este tipo son mortales. Cada ACV depende de la talla de la lesión, donde se encuentra y del estado general del animal. Por eso mismo, si tienes cualquier duda, consulta con el veterinario que se ha ocupado de tu peludo. Solo él podrá ayudar a tu perro y guiarte durante todo el tratamiento.
Accidente cerebrovascular en perros: estate atento durante los desplazamientos
Si tu perro está dispuesto a desplazarse y a dar paseos tras su accidente cerebrovascular, estate atento por si tuviera una recaída. Sé paciente y respeta su ritmo. Ver que te tomas el tiempo necesario y que estás a su lado le ayudará a retomar la confianza y a no sentirse abandonado debido a su nueva condición física. Sería como una zooterapia inversa.
Es importante tener en cuenta que la reeducación puede tardar bastante tiempo y que tu perro no va a recuperarse inmediatamente. Piensa que no podrás irte de viaje o dejarlo solo durante los primeros días. Aunque, todo depende de la gravedad del accidente y del estado de salud del perro.
Accidente cerebrovascular en perros: alimentar y dar de beber a un perro convaleciente
Tras un ACV, es posible que no sea capaz de comer por sí mismo. Además, puede que tu perro no pueda masticar sus alimentos, sobretodo si suele comer pienso. Por ello, tu intervención es importante. Puedes darle comida directamente de tu mano tendiéndosela con cuidado. No cebes a tu perro bajo pretexto de que está convaleciente. Dale su porción de comida en pequeñas cantidades.
Así mismo, piensa en darle comida blanda. Es posible que tu perro necesite que le hagas la comida durante un tiempo. Piensa que no podrá comer la misma comida de siempre y que puede que hasta necesite tu ayuda.
Además, la hidratación es muy importante. Dale de beber todo el día. Al igual que un humano enfermo, el perro necesita beber más agua al estar malo. Si ves que no bebe de su cuenco, dale de beber con una botella o con tu mano.
Si ves que tu perro no quiere comer y que no tiene apetito durante varios días, consulta inmediatamente con tu veterinario.
Accidente cerebrovascular en perros: la cuestión de la recaída
La salud del perro puede tanto mejorarse como agravarse. Es posible que el próximo accidente cerebrovascular pueda con él terminantemente. Es una posibilidad que debe tenerse en cuenta y considerarse. Por ello, es importante hablarlo con todos los miembros de la familia, y en especial, con los niños. No dejes que los niños lo manoseen demasiado o que jueguen con él. El perro necesita descansar.
No debes prometerles que la salud de vuestro perro va a mejorarse sin duda alguna, incluso si toda la familia está al cuidado de él. Debes prepararles para una posible recaída.
Ya que no hay tratamiento para curar los accidentes cardiovasculares, la mayoría de los peludos se recuperan gracias a cuidados de soporte. Todo está en la prevención y el tratamiento de la enfermedad detonante si se ha encontrado.
Si quieres prevenir un ACV, es importante asegurarse de que tu perro tenga una alimentación de buena calidad, que haga ejercicio cada día y sobretodo, que visite al veterinario al menos una vez al año. Tener en carnet de vacunas al día también será de gran ayuda.
En caso de duda, no dudes en hablarle de tu perro a tu veterinario, y no olvides poner en práctica los consejos que te dé durante la consulta post-ataque. Sé delicado con tu perro durante las próximas semanas, acaba de pasar por un mal rato y seguro que te lo agradecerá.