La obesidad en los perros es una enfermedad causada por una ganancia de peso excesiva. Sigue nuestros consejos y permanece atento.

¿Qué es la obesidad?

Actualmente, entre el 25 % y el 40 % de los perros padece obesidad. Esta ganancia de peso se debe a un exceso de aporte calórico en comparación con las calorías gastadas diariamente. Esta ganancia de peso suele ocurrir de manera progresiva, pero puede desarrollarse rápidamente en los animales: en unos meses o incluso semanas.

¿Cómo reconocer la obesidad?

Un estudio llevado a cabo por PubMed Central (PMC) muestra que el 65 % de las personas estiman de manera incorrecta el estado corporal de su perro. Así, una tercera parte de los propietarios de perros piensa que su amigo de cuatro patas tiene un peso normal, y sin embargo, está obeso. Dado que los propietarios no reconocen la obesidad correctamente, tampoco la tratan correctamente. Un gesto simple puede ayudarte a reconocer la condición corporal en la que se encuentra tu perro. Los pasos son los siguientes:

  • Pasa la mano por el costado de tu perro: debes sentir las costillas sin que estas sean visibles.
  • Mira a tu mascota desde arriba: la cintura (justo detrás de las costillas), debe estar bien marcada.
  • Comprueba el peso regularmente: debe ser constante cuando llegue a la edad adulta.

¿Cuáles son los peligros de la obesidad?

El animal soportará un peso bastante elevado durante todas sus actividades y desplazamientos. ¿Cuáles son las consecuencias de esto? Los músculos y las articulaciones se debilitan, lo que conlleva una disminución de la motricidad. Además, una acumulación excesiva de grasa acarrea un desequilibrio metabólico y físico.

Asimismo, el exceso de peso castiga muchísimo el bienestar de tu perro. Un estudio realizado en Inglaterra y publicado en «The Veterinary Journal» muestra que en los casos de perros obesos, la pérdida de peso aumenta de manera considerable la vitalidad y la esperanza de vida, disminuye las perturbaciones emocionales y reduce el dolor.

Por si esto fuera poco, el sobrepeso acarrea la aparición de numerosas enfermedades: artrosis, diabetes, displasia, ruptura de ligamento cruzado, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, etc.

Si quieres cuidar a tu mascota como ella lo hace contigo, debes empezar ocupándote de su peso.

¿Cómo prevenir la obesidad?

¿Sabías que no se recomienda dar pan a los perros? Estos suelen ser semi-carnívoros y no digieren bien el almidón. Además, un trozo de pan para ellos es como una hamburguesa para nosotros. 100 g de pan blanco cubren el 30 % de las necesidades diarias recomendadas para un perro, mientras que una hamburguesa de 200 g cubre el 25 % de las necesidades diarias recomendadas para una mujer.

El aumento del número de perros obesos está relacionado con el aumento del sedentarismo, dado que, en la actualidad, los perros pasean menos de una hora al día, una cantidad que no es suficiente.

Para comenzar con una buena gestión del peso de tu mascota, no debes dejar de lado el ejercicio. Deberás realizar paseos regulares y suficientemente largos con tu perro, y fomentar el juego de manera diaria. Esto será bueno tanto para tu peludo como para ti, ya que un comportamiento responsable por tu parte hacia tu mascota tiene numerosos beneficios para tu salud.

A esto debemos añadir buenos hábitos alimentarios. Un estudio sobre el comportamiento alimentario de los propietarios para con sus animales, muestra que los animales obesos son alimentados con una frecuencia igual o superior a 3 veces al día, y que estas familias dan golosinas muy a menudo. Para prevenir la toma de peso excesiva, opta por darle a tu perro una comida adaptada, 1 o 2 veces al día, según las recomendaciones de tu veterinario. Limita las golosinas: el objetivo de éstas es el de facilitar el aprendizaje gracias a una recompensa, y no el de cebar tu mascota. Los buenos hábitos se adoptan desde cachorrito.

¿Qué hacer cuando se tiene un perro obeso?

Debes saber que el sobrepeso puede ser consecuencia de un problema de la relación entre perro y propietario. Muchos propietarios utilizan la comida como medio para agradar a su perro, lo que les hace ganar peso de manera inevitable. Este tipo de comportamiento se debe evitar. Los perros prefieren ser recompensados con juegos o paseos antes que con un aporte excesivo de comida.

Si tu perro tiene sobrepeso, el tratamiento será largo y demandará una gran motivación de tu parte. Tu veterinario te propondrá un programa que convendría que respetases.

El tratamiento pasará en un primer momento por un cambio en los hábitos alimentarios. No se tratará de disminuir considerablemente la cantidad de comida (como mucho un 10 %), ya que esto podría provocar una carencia y mataría de hambre a tu perro. Se le deberá dar un alimento bajo en energías, es decir, con poca materia grasa, que sea rico en proteínas y fibras para garantizar el sentimiento de saciedad. Un aporte importante de nutrientes deberá mantener la masa muscular durante la pérdida de peso. Deberán prohibirse las golosinas o alimentos proporcionados fuera de las comidas.

El tratamiento alimentario deberá asociarse a un ejercicio físico diario, adaptado a las posibilidades del perro, con el fin de quemar las calorías y acelerar la pérdida de peso, a la vez que se le muscula. Para ello, se deberá optar por paseos regulares, a paso normal y sin correr, para que las articulaciones no sufran. Evita que tu perro se ahogue: al principio, tan solo unos metros pueden ser suficientes. Pero sobre todo, visita a tu veterinario para definir un programa adaptado.

Alimentos que se deben evitar:

- Ajo / Chalota / Cebolla / Aguacate

- Pan / Chocolate / Azúcar / Pasteles

- Uvas / Pasas

- Carnes grasas / Huesos (si son muy finos)

- Productos lácteos: Queso / Yogur / Leche

Las cantidades de comida no deben tomarse a la ligera, estas deben ser calculadas por tu veterinario para poder evitar cualquier tipo de carencia.

Además, algunos centros ponen a disposición programas especializados con vistas a readaptar la actividad física y la alimentación de los animales con obesidad.

Además de un comportamiento inadaptado por parte del propietario, la obesidad puede estar relacionada con la genética. Algunos individuos, especialmente las hembras, así como algunas razas, están más predispuestas: labrador, boyero de berna, teckel, rottweiler y beagle. Siempre se deberá prestar atención a las necesidades de la raza en términos de alimentación y de ejercicio.

Algunos problemas endocrinos, como el hipotiroidismo, también pueden provocar obesidad.

La esterilización, asociada al sedentarimo, también puede ser un factor que cause obesidad. Se debe tener una actitud responsable y adaptada tras la esterilización de tu perro.

En resumen, la obesidad no es una fatalidad si nos hacemos cargo de ella correctamente, con la ayuda de un veterinario.

Si te interesa leer los estudios de los que hablamos, están aquí (en inglés):

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4473163/

http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1090023311003698

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