Hoshi es un perro ciego, pero su mejor amigo Zen siempre está ahí para tenderle una pata.
Las parejas de animales son una de las cosas más bonitas del planeta Tierra. Pero hay algo en la relación de estos dos animalitos de cuatro patas que ha hecho que nos haya dado un vuelco al corazón.
Será porque se dan un apoyo emocional mutuo o simplemente porque les encanta pasar tiempo juntos, pero siempre resulta una delicia ver cómo los animales se hacen mejores amigos. Al igual que la historia de estos dos perritos que os presentamos aquí abajo.
Hoshi, un perro esquimal americano, perdió la vista cuando tenía 11 años. Haber podido apañárselas por él mismo durante tantos años y volverse ciego de repente, es algo de lo que todos nos podemos hacer una idea de la dificultad que supone tener que adaptarse. Sin embargo, Hoshi nunca ha tenido de qué preocuparse, ya que su amigo siempre ha estado ahí para velar por él.
Unos meses antes de que Hoshi perdiera la vista debido a un glaucoma, sus propriétaires adoptaron un pomerania llamado Zen.
En cuanto Hoshi fue operado, su nuevo amigo empezó a ayudarle a desplazarse, y resultó ser de gran ayuda para su compañero. Por ello, sus propietarios decidieron atar a los dos perritos con una correa para que Zen pudiera guiar a Hoshi allá donde fueran.
Este magnífico duo se ha hecho inseparable, con correa o sin ella. Zen es un compañero ideal.
Pasan todo el tiempo del mundo juntos, y no quieren que les separen en ningún momento.
El poder de la amistad es magnífico, especialmente, entre dos perros. Esperamos que estos dos peluditos aún puedan pasar mucho tiempo juntos. Si queréis ver más fotos de este duo inseparable, aquí tenéis su cuenta de Instagram.
Y tú, ¿qué piensas de la historia de Hoshi y Zen?
Fuente: ViralNova