No es ningún secreto que los perros aman la comida, sea del tipo que sea. Para muchos dueños, es una batalla constante mantener a sus perros fuera de la nevera y fuera de la mesa.
Entre las golosinas favoritas de los perros se encuentran el helado o un pedazo de queso robado. Pero cuando de productos lácteos se trata, los propietarios deben tener cuidado ya que como los seres humanos, pueden ser intolerantes a la lactosa.
Cada perro muestra una tolerancia distinta
La tolerancia de cada perro a los lácteos es única, explica el Dr. Rachel Barrack de Acupuntura Animal, Nueva York. Algunos pueden ingerir un tazón de leche sin problema, mientras que para otros, incluso digerir un pequeño pedazo de queso queso, provocará un desagradable malestar gástrico.
Afortunadamente, la leche no es una parte importante de la dieta canina.
"Los productos lácteos no son tóxicos para los perros; sin embargo, no son necesarios en su dieta y pueden causar molestias a su mascota ", dice Barrack. "Los alimentos bien equilibrados para perros contienen todos los niveles de calcio que tu perro necesita".
La importancia de la leche materna
Mientras que la dieta de un cachorro se basa en la leche materna, una vez destetado ya no necesita leche. "Al igual que los seres humanos, los perros van perdiendo su capacidad de digerir la lactosa debido a la disminución de la producción de una enzima digestiva llamada lactasa", explica Barrack. "A medida que crecen, algunos perros son capaces de tolerar bien la lactosa, mientras que otros no pueden".
Los cachorros nacen con altos niveles de lactasa, la enzima necesaria para descomponer los azúcares de la leche. En caso de que un cachorro no se alimente de leche materna, nunca debe recibir leche de vaca como sustituto. La leche de vaca es más alta en lactosa que la leche de perros.
Síntomas de intolerancia
Si tu perro sufre de intolerancia a la lactosa, los signos serán muy claros. Los cachorros intolerantes pueden sufrir dolor abdominal, gases, hinchazón, náuseas, vómitos y diarrea. Desafortunadamente, no hay medicamentos para la intolerancia a la lactosa canina.
Además de los desagradables resultados de dar a tu perro productos lácteos, hay otra cosa importante a considerar antes de compartir alimentos humanos con una mascota.
Mientras que los lácteos en sí no son tóxicos, ciertos sabores de helado pueden ser perjudiciales para los perros, según Barrack. Además, los dueños de mascotas deben ser cautelosos a la hora de dar helados como premios. Algunos yogures congelados, por ejemplo, contienen edulcorantes artificiales que pueden ser tóxicos para los perros.
Si tu perro es una superestrella digiriendo productos lácteos, Barrack recomienda compartir lo mínimo de alimentos y adherirnos a sabores simples.
"Si tu perro tolera los productos lácteos y realmente quieres compartir comida con él, la mejor opción es el helado de vainilla o cantidades muy pequeñas de queso", dice.
¿Tu perro se intolerante a la lactosa?
Fuente: The Dodo