Los gatos son animales especialmente longevos que pueden acompañarnos, generalmente, entre 12 y 18 años.
Si tu gato ya ha cumplido 8 años, es hora de empezar a pensar más en sus cuidados ya que se considera como un gato mayor.
Ahora empieza la época en la que tenemos que poner especial atención a su alimentación, salud y actividad física que lleva a cabo durante el día. Incluso cualquier pequeño detalle es importante para poder detectar cualquier tipo de enfermedad a tiempo.
Su alimentación
A primera vista, los gatos ancianos conservan un aspecto juvenil y activo que nos hace pensar que no necesitan excesivos cuidados. Pero eso no es cierto. Sus huesos, músculos y órganos empiezan a trabajar de forma más lenta y se resienten con el paso del tiempo.
Los piensos industriales son equilibrados y aportan la taurina necesaria para el buen funcionamiento de sus órganos. Los piensos secos, además, permiten evitar la formación de placa.
En esta etapa, los gatos no tienen tanta energía como antes y se mueven mucho menos. Es recomendable consultar con un veterinario para ver qué pienso es mejor para un gato de edad avanzada, ya que ahora empiezan a quemar mucho menos. Recuerda que la obesidad en el gato repercute en una menor esperanza de vida y una mayor predisposición a distintas enfermedades.
Es muy importante que tu gato tenga a su alcance agua fresca y limpia siempre que quiera. Si en algún momento se niega a beber, dale comida húmeda ya que contiene un alto porcentaje de agua.
Limpieza bucal
Si tu gato tiene falta de apetito probablemente sea por la placa dentaria acumulada en su pequeña boca, la cual le puede estar causando gengivitis. La gengivitis puede llegar a provocarle dolor a nuestro felino y le impida comer correctamente el pienso.
Si la placa es abundante, lo mejor es que el veterinario interceda.
Si tu gato no está muy por la labor de comer su pienso seco, intenta estimularle con comida húmeda ya que además de ser más sabrosa y fácil de ingerir, contiene una gran cantidad de agua.
Cuidados en el hogar
A parte de todo lo que hemos comentado anteriormente, cualquier tipo de cuidado no debe faltar. Para fomentar que nuestro gato esté saludable y activo aún en esta etapa de vejez es importante que evitemos la apatía de nuestra mascota jugando con ella y captando su atención de forma regular. Los juguetes, las caricias o largos masajes son opciones perfectas para que se mantenga de forma activa y saludable.
Quizás tu minino comience a perder alguno de sus sentidos, como la vista o el oído. Al hacerse mayores, pueden empezar a desorientarse dentro del mismo hogar y a perder capacidades.
No olvides cepillarle con regularidad el pelo para quitarle el pelo muerto que podría ingerir al limpiarse.
Así podemos aprovechar para controlar el estado de su piel, el de su pelo y también compartir un buen momento los dos juntos. También se debe limpiar sus ojos y orejas con bastante regularidad.
Descanso y reposo
A partir de los 8 años, empezamos a ver que nuestro gato pasa más tiempo que antes durmiendo. Es algo totalmente normal y no debemos alarmarnos. Por eso es mucho mejor si se compra uno cojín blandito o una cama mullida. Así dejamos que descanse tranquilamente sin alarmarse.
Siempre que nuestro amigo esté tranquilamente durmiendo intentaremos hacer el menor ruido posible para no perturbar su descanso.
También si vemos que le cuesta subir a los sitios, le echaremos una mano para que no se lastime. Igual que podemos poner cojines cerca de los radiadores.
Importancia del ejercicio
Aunque obviamente tu gato ya no es tan ágil como años atrás, es importante que sigas manteniéndole activo para evitar el sobrepeso y ayudarle amantener sus músculos activos, activar la circulación sanguínea y reforzar sus articulaciones.
Aunque observarás que cada vez necesita más y más horas de reposo, es muy recomendable jugar con él unos15 minutos diarios.
No ejercitarlo nunca puede derivar en un problema serio de obesidad, algo que reduce su esperanza de vida.
¿Ha llegado ya tu felino a esta etapa maravillosa?
Fuente: Experto Animal