Perros, gatos y cualquier otro mamífero con el que compartamos nuestra casa y nuestra vida precisará de buena limpieza bucal, al igual que nosotros.
Dado que las piezas bucales de nuestros amigos peludos se encuentran expuestas a los elementos corrosivos de los alimentos, se estropean y tienden a acumular sarro y placa bacteriana.
En las personas este fenómeno está ampliamente controlado gracias a que nos cepillamos cada día los dientes con pasta dentífrica.
Pero en los canes, la idea de que ellos también deben tener un cuidado exigente de su dentadura es toda una novedad, aunque cada vez son más los dueños que se ocupan de este aspecto.
No obstante, la salud bucal en los perros, que variará según la raza, edad y alimentación, es fundamental no solo para que tengan una buena calidad de vida, sino también para que esta sea prolongada.
A partir de los tres años, los problemas dentales de los perros se vuelven serios y pueden derivar en gingivitis y, posteriormente, en periodontitis. Éstas son las dos fases de la enfermedad periodontal que, en general, les lleva a perder piezas bucales, con dolor incluido.
Si este problema no se soluciona rápidamente, puede llegar a derivar en enfermedades graves de riñón, hígado e incluso problemas cardíacos. En cambio, si se trata desde los primeros meses de vida, podemos evitar la enfermedad y mejor mucho su calidad de vida.
Sin embargo, cuando pensamos en cuidar la salud bucal de nuestro perro nos surgen algunas dudas.
¿Cómo puedo saber si tiene los dientes sucios?
Es bastante sencillo. Solo hay que saber que la mayoría de los perros tienen sarro en los dientes. Lo detectaremos porque la base del diente va adquiriendo un color marrón que se va volviendo oscuro con el tiempo: eso es el sarro. Sobre este sarro actúa la placa bacteriana que degrada la pieza bucal. Además, si su aliento es fétido, es que tiene exceso de sarro y precisa una limpieza.
Otro indicio de sarro es que el animal tenga pereza de comer pienso seco pero no hará ningún asco a comida que sea blanda. Es probable que la dureza del pienso le provoque molestias.
También, si notas a tu perro apagado y no ves que sufra ningún malestar físico ni psicológico, es posible que sufra de enfermedad periodontal. Cabe añadir que, si en la inspección detectamos una línea roja en el borde de las encías, no debemos descartar una gingivitis.
¿Le cepillo los dientes tal y como me los cepillo yo?
Sí, aunque no con el mismo tipo de cepillo que usamos nosotros, ya que los perros tienen las encías más sensibles. Existen unos cepillos de goma en forma de dedal que son poco agresivos para ellos y nos permiten manejarnos mejor dentro de la boca del can.
Podemos encontrar otros cepillos de doble ángulo para cepillar las caras internas del diente, pero no a todos los perros les agrada. Finalmente, si preferimos un cepillo como el nuestro, deberá ser uno que tenga las cerdas muy suaves.
En cuanto al modo de cepillado, haremos los mismos movimientos que hacemos nosotros normalmente, partiendo de la base del diente.
¿Cuándo es mejor hacerlo?
Los veterinarios recomiendan hacerlo por la noche, pero todo depende del carácter y la edad del perro. Los hay que se dejan e incluso les gusta, ya que lo interpretan como cuidados y atención. En cambio, otros perros, aunque se dejan, no paran de moverse. Es por eso que es importante acostumbrarlos desde cachorros.
¿Sirve cualquier pasta dentífrica?
No, ya que tu pasta de dientes, por ejemplo, tiene elementos como flúor y tóxicos para tu perro. Existen pastas de dientes para perro en centros veterinarios que, además, se pueden tragar sin problemas e incluso tienen sabores agradables.
¿Es cierto que se debe hacer con bicarbonato?
No se recomienda. Algunas personas hacen pastas caseras a base de bicarbonato de sodio. Es cierto que pueden ser más eficaces, pero los veterinarios advierten que no sea una medida recurrente ya que el bicarbonato puede ser tóxico.
¿Hasta qué punto es importante la alimentación?
Hasta hace poco se creía que con el pienso seco se evitaban los problemas periodontales porque rascaba el diente y limpiaba el esmalte. Hoy se sabe que, tanto el seco como el húmedo, no eximen de una limpieza sistemática con pasta y cepillo. Aunque hay que decir que el pienso seco sí forma menos sarro.
Ahora bien, los veterinarios coinciden en que salirse de la alimentación equilibrada - chucherías, dulces o incluso comida de nuestro plato - dispara la cantidad de sarro de nuestro perro.
¿Hay alternativas eficaces al cepillado?
Existen huesos creados específicamente para mantener el nivel de higiene, pero algunos veterinarios no los consideran sustitutivos. Pero, si el acto del cepillado es difícil con tu perro, estos productos pueden ser un plan B.
¿Son recomendables las limpiezas bucales del veterinario?
Depende de la edad del perro, del cuidado que haya tenido y del estado de sus piezas. Un mantenimiento constante puede ahorrarnos ir al veterinario para que le haga una limpieza en profundidad. Además, hay que añadir el peligro de la anestesia durante la limpieza.
Ahora bien, si tiene las piezas muy dañadas o sufre una enfermedad periodontal avanzada, es recomendable una limpieza por parte del veterinario.
Y tú, ¿le cepillas los dientes a tu perro, o le has hecho alguna vez una limpieza bucal?
Fuente: El Diario