El mejor amigo del hombre necesita dormir mucho: un perro adulto duerme aproximadamente un 65 % de su tiempo. No te pierdas el resto del artículo.
Es importante que tomes todas las precauciones para que tu compañero descanse y esté en plena forma. Descubre todo lo que debes saber sobre el sueño de tu perro.
Un lugar bien definido en tu hogar
Primero de todo, debes saber que es muy importante elegir el lugar en el que tu perro va a dormir. Puedes dejarle dormir en las alturas, en tu cama o en el sofá, pero también debes enseñarle a bajar cuando se le pida. Puedes hacer que aprenda esta orden con mimos y felicitaciones.
La elección de la cama
Alfombra, colchón o cesta, poco importa. Lo principal es que puedas lavarla en la lavadora, y que sea lo suficientemente grande para el confort de tu compañero preferido. Si tu perro está enfermo (de artrosis, por ejemplo) necesitará una cama con un espesor suficiente para que esté a gusto.
Si observas que estornuda, es posible que tu mascota sea alérgica: deberás sustituir la cama por otra hecha con productos naturales o hipoalergénica. También puedes optar por que duerma fuera. En ese caso, vigila que su caseta esté limpia y fuera de corrientes de aire y de la humedad. Deberás desinfectarla todos los meses.
Los ciclos de sueño del perro
Concentrémonos en el sueño de tu compañero, que está compuesto por varios ciclos (por lo general, tres), divididos en dos fases de sueño.
El primero es el sueño profundo o lento: la actividad cerebral disminuye, pero el tono muscular se conserva. En segundo lugar, está el sueño paradoxal o rápido: la actividad cerebral es intensa, y puede incluso parecer que tu perro está despierto. Todos sus músculos están relajados, y es el momento en el que tu peludo sueña. Durante esta fase, es posible que tu perro mueva las patas, se sobresalte o ladre. Parece que revive la actividad que ha practicado durante el día.
Cada ciclo dura dos horas de media: alrededor de una hora y media de sueño profundo y media hora de sueño paradoxal. Dormir resulta crucial para tu compañero, ya que le permite mejorar la memoria y aprender mejor (al igual que nosotros). Además, es el momento en el que su metabolismo se recupera: por ello, los perros más mayores duermen más que los jóvenes.
Problemas de sueño
Tu mascota puede tener problemas de sueño. En el cachorro, estos suelen ser sobre todo problemas psicológicos relacionados con la separación de su madre. Deberás crear un vínculo de confianza con él e intentar proporcionarle un entorno estable: coloca su cama en un lugar tranquilo y seguro, fuera de las corrientes de aire y de los sitios con mucho ajetreo, y no lo cambies de sitio muy a menudo. Si los problemas persisten, tu veterinario podrá prescribirle medicamentos o un tratamiento homeopático a base de plantas.
En el perro adulto, los problemas de sueño aparecen con la edad: el perro pierde sus sentidos poco a poco, reconoce peor el entorno, está nervioso y le cuesta dormir. Tu veterinario te prescribirá medicamentos para ayudarle a descansar. También puedes dejarle una lampara de noche al lado de su cama para que tenga un punto de referencia.
Los problemas de sueño también pueden estar causados por una enfermedad: artrosis, insuficiencia cardiaca, problemas pulmonares, etc. Hazle una visita a tu veterinario para que todo pueda volver a la normalidad rápidamente. Tu compañero volverá a tener un sueño reparador, y tú también.