Vacunar a un gato es indispensable para ayudarle a protegerse contra numerosas enfermedades.
Los gatitos son los más vulnerables a las enfermedades debido a una falta de inmunidad. La madre transmites sus anticuerpos durante amamantamiento, que les puede proteger hasta la decimosexta semana, si ella ha sido vacunada. En el caso contrario, puede transmitir enfermedades a sus recién nacidos.
La primera vacuna suele hacerse a los dos meses. Es aconsejable hacer un análisis sanguíneo para conocer en detalle la salud del gato. Durante este análisis podrás saber si tu gato está afectado por uno de los retrovirus: la leucemia y el sida.
Las vacunas para los gatos de ciudad
Las vacunas se dividen en dos categorías: por una parte, las vacunas esenciales (contra el tifus y la rinitis aguda), y por otra parte, las opcionales.
Las vacunas esenciales
Algunas enfermedades pueden ser mortales para tu gato, como la gastroenteritis infecciosa o el tifus, una enfermedad muy contagiosa y resistente. Debes saber que esta enfermedad causa la muerte a los gatos la mayor parte del tiempo. Es importante que vacunes a tu gato contra estas enfermedades, que tienen una alta tasa de transmisibilidad.
La rinitis aguda también es una enfermedad importante para la que una protección se hace necesaria. La rinitis aguda se puede transmitir por un simple contacto entre dos gatos. Este virus también puede resultar mortal, o al menos, dejar graves secuelas a tu felino.
La primera vacuna para la protección contra el tifus y la rinitis aguda está compuesta de dos inyecciones: una primera a la octava semana, y una segunda a la duodécima semana de edad del gato. Es posible que te aconsejen realizar una tercera inyección durante la decimosexta semana, sobre todo si tu gatito se desarrolla en un entorno propicio a las infecciones.
Las vacunas opcionales
Otras enfermedades, como la leucosis y las infecciones por clamidia, pueden afectar a tu gato.
La leucosis es más peligrosa que la clamidia. La clamidia se puede curar con antibióticos recomendados por tu veterinario. La leucosis, sin embargo, es una enfermedad letal que puede ser transmitida a través de un simple contacto con otro gato. Un gato infectado verá su esperanza de vida reducida a un máximo de tres años.
Viajar con gato
Si estás pensando en viajar al extranjero, sobre todo a Europa, deberás vacunar a tu gato contra la rabia.
Para que se confirme su validez, la vacuna se administrará a un gato que cuente con microchip y pasaporte. Según el país al que viajes, es posible que te pidan un análisis sanguíneo que demuestre que la tasa de anticuerpos cumple con las normas en vigor del país. Es sobre todo el caso de los países africanos, Reino Unido y los países escandinavos, donde la rabia aún está presente. Si quieres viajar y llevarte a tu gato, comienza el proceso con tiempo, ya que te puede tomar hasta dos meses.
Reacciones a la vacuna
Al igual que las personas, los gatos pueden tener una reacción tras la administración de la vacuna. Por este motivo, los veterinarios ponen la vacuna a la altura del muslo del gato, para limitar las posibles reacciones.