Este gatito ha pasado las primeras semanas de vida errando y apañándoselas por sí mismo, hasta el día en el que conoció a este perra increíble.
Os presentamos a Koda y Jessie: un gatito muy valiente y una perra adorable.
Koda solo tenía ocho semanas cuando lo socorrieron. Antes de encontrar un verdadero hogar, erraba en busca de un lugar seguro y calentito en el que pudiese encontrar algo de comida. Emily Aubrecht acogió a este gatito en su regazo e hizo realidad su sueño.
En el pasado, Emily tenía un labradoodle, una raza procedente del cruce de un labrador y un caniche, de tres años y medio. Jessie es una perra feliz y muy amistosa. «Desde el primer minuto, Jessie le tomó un cariño enorme al gatito. Desde entonces, son inseparables» confiesa Emily.
Koda se ha encariñado muchísimo con su nueva mejor amiga, y no la deja sola ni un segundo. Jessie se lleva al gatito de paseo, y lo expone al mundo entero con orgullo.
«Siempre están juntos, ya salgan, entren, jueguen o duerman».
Jessie le enseña al gatito a jugar y saltar como un perro.
Koda sale frecuentemente a la aventura con su compañero. Se ha convertido un poco en su sombra, y va siguiendo sus huellas.
Koda ha aprendido todo de su hermana mayor, y por ello, siempre se lo agradece. Él le muestra su talento natural para subirse a los árboles.
«Les gusta irse de escapada por ahí, pelearse y cazar juntos. ¡Sus vidas se han vuelto mucho más entretenidas desde que se han conocido! Ahora tienen un compañero con el que pasearse».
Ahora, este gatito puede contar con una hermana mayor que le protege y le muestra el mundo.
Podéis seguir sus aventuras en su perfil de Instagram.
Y vuestros animales, ¿también se llevan bien?