¿Te vas de vacaciones y te llevas a tu mascota? Prepara todo antes de partir y no te olvides de ningún detalle.
Hace una semana llegó el verano al hemisferio norte, y con él, la pregunta que se plantean todos los propietarios de mascotas en esta época del año: cómo organizar las vacaciones.
Los preparativos
Antes de que te vayas de vacaciones, te recomendamos que visites a tu veterinario para asegurarte de que tu mascota está al día de sus vacunas, y no dudes en pedirle consejo sobre la prevención más eficaz contra las garrapatas y los mosquitos. Si tu destino se encuentra, por ejemplo, en la cuenca del Mediterráneo, debes saber que existe una enfermedad potencialmente mortal y de la cual es posible que nunca hayas escuchado hablar. Se trata de la leishmaniasis, causada por la picadura de un un díptero, el lebotomo.
Cuando hagas las maletas, no olvides el pasaporte de tu peludo, su tratamiento en el caso de que esté siguiendo uno en el momento de partir, un botiquín que contenga al menos una venda, desinfectante, jabón (al ser posible natural), apósitos estériles, vendaje autoadhesivo, unas tijeras, un peine para pulgas, una pinza para eliminar las garrapatas, una pinza de depilar, suero fisiológico y un cordoncillo, sin olvidarte de sus comederos y reservas de comida. Por otro lado, sería muy respetuoso por tu parte, que además te lleves una manta para proteger el sillón o la cama del alojamiento en el que te quedes de las posibles manchas que tu animal pueda dejar.
Antes de montar a tu mascota en el coche, debes prepararla psicológicamente para ello, sobre todo si se pone nerviosa durante el viaje. Puedes apagar y encender el motor del coche un par de veces para que se acostumbre y se calme, o administrarle feromonas relajantes. Preve un transportín para garantizar su seguridad e infórmate bien sobre cómo colocarlo.
Durante el viaje...
Haz paradas con regularidad para que tú y tu familia podáis descansar las piernas. No olvides poner agua a disposición de tu mascota para que no se deshidrate, algo que puede ocurrir con frecuencia, ya que a diferencia de las personas que lo hacen mediante la exudación, los animales regulan su temperatura corporal de diferente manera. Presta atención a los golpes de calor que pueden sufrir las razas más predispuestas a ello, en este caso nos referimos a los braquicéfalos (cara achatada) como el bulldog, el pug o el bóxer. Y sobre todo, no dejes a tu animal en el coche, incluso si lo pones a la sombra.
Una vez que hayas llegado a tu destino, tras un descanso bien merecido, debes dejar a tu animal que explore el lugar, pero siempre de manera segura, es decir, con la puerta cerrada o con una correa, comprobando que el espacio está bien cercado.
Y una vez bien instalados, salís a descubrir el paisaje: vacaciones perfectas con paseos en bicicleta, excursiones o senderismo. Sin embargo, debes prestar atención a la deshidratación causada por el calor o por un ejercicio muscular prolongado. Existe el riesgo de que a tu mascota le muerda el hocico o las patas una serpiente, le pique una avispa o abejorro, se roce con una espiguilla, etc. A la mínima duda, contacta con un veterinario, ya que existe la posibilidad de que tu mascota sufra una alergia o una infección grave.
Si vas a la playa…
Llévate la sombrilla y evita las horas de más calor. Hidrata a tu peludo constantemente y presta atención cuando vayáis andando, ya que la acera puede estar muy caliente. Después de que tu mascota se dé su baño, debes enjuagarla bien para eliminar cualquier resto de arena que pueda quedar, limpiarle los ojos con suero fisiológico, y aplicarle un bálsamo hidratante sobre las almohadillas de los pies para evitar que se saquen o se irriten.
A la vuelta...
Cuando las vacaciones se acaban y hay que volver a casa, nos encontramos de nuevo con la rutina: de casa al trabajo, y del trabajo a la cama. Tu mascota se encuentra de pronto sola, sin actividades que hacer, llena de tristeza y estresada. Para que te puedas hacer un poco más a la idea, es como si tú pasaras de estar de vacaciones a estar encerrado en un sitio sin poder salir.
No lo olvides: preparar las vacaciones también significa preparar la vuelta para que el regreso no sea muy duro para tu peludo. Para ello, te damos las siguientes ideas: rellena su juguete Kong de golosinas para que tenga una actividad masticatoria (una hora sustituye a tres horas de paseo, ¿alguien da más?), organizar juegos lúdicos para que tenga un poco de trabajo mental, adquirir su peluche preferido y juguetes preferidos para que tu mascota se vuelva a adaptar a su entorno aunque tu no estés, etc. Si tienes un perro y ladra en tu ausencia y tus vecinos se quejan, grábalo para poder analizar su estado emocional y responder a sus necesidades, pero no compres collares antiladridos o eléctricos que tan solo pueden empeorar el problema a largo plazo, incluso si parece que al principio surte efecto.
En cualquier caso, deberemos ser responsables y respetar las necesidades intrínsecas de nuestra mascota, así como hacer agradable su entorno.