¿Has decidido adoptar un gato pero no sabes cuál es el que más te conviene? ¡No te preocupes! Aquí tienes este artículo que seguro te ayudará.

¿Cómo elegir al gato perfecto?

¿Recién nacido o adulto? ¿Macho o hembra? ¿De raza o callejero? ¿De pelo largo o pelo corto? ¿Tranquilo o que derroche energía? Seguramente te plantearás miles de preguntas, pero aquí te damos algunas pistas para ayudarte con tu decisión.

¿Recién nacido o adulto?

Los gatitos recién nacidos son adorables, alegres y llenos de energía, pero a veces también pueden ser exasperantes, y exigen mucha paciencia y tiempo. Durante la etapa de crecimiento hacen muchas tonterías, como subirse a las cortinas o tirar las figuritas de adorno que tienes por casa. Las visitas al veterinario serán más frecuentes, ya que tendrás que ocuparte de las vacunas, de su identificación (chip electrónico) y de su esterilización. Además, adoptar un gatito es todo un reto, ya que no sabes cómo será su personalidad una vez que sea grande. Los gatos adultos son, por lo general, más tranquilos, menos traviesos y su comportamiento no evolucionará a grandes rasgos. Sin embargo, esto podría ser un inconveniente, ya que si bien los rasgos de personalidad del gato son el resultado de la herencia genética, también lo son de su entorno. Al escoger un gatito pequeño, tendrás la posibilidad de influenciar mucho más en su personalidad que si adoptas a un gato una vez que sea adulto. Cuando vayas a elegir un gato, también deberás tener en cuenta a tu familia. Adoptar un gatito cuando tienes hijos pequeños puede que no sea la mejor solución. Los bebés y los más peques de la casa tienen tendencia a coger a los gatos por la cola o las orejas y no necesariamente con suavidad. Deberás vigilarlos muy de cerca para evitar accidentes. Asimismo, los gatos más mayores no son muy pacientes con los niños.

El gato ideal para una familia con nenes pequeños sería un gato de dos o tres años.

¿Macho o hembra?

Lo cierto es que no hay diferencia de personalidad entre los dos sexos si están esterilizados. Sin embargo, si no están esterilizados, hay ciertos comportamientos que cambian. Con un macho no castrado, tendrás más posibilidades de tener problemas de marcaje urinario, de fugas o de peleas con los machos del barrio cuando las gatas estén en celo. Las hembras no esterilizadas, por su parte, pueden volverse insoportables con sus maullidos incesantes. La esterilización está muy aconsejada, y no solo para evitar estos momentos desagradables, sino también para prevenir la aparición de ciertos cánceres. Además, la esterilización tiene tendencia a suavizar el carácter y les impulsa a ser más cariñosos. En algunas razas, como los gatos bosque de Noruega, hay una diferencia considerable en el tamaño entre los dos sexos, pudiendo los machos ser hasta tres veces más grande. Si ya tienes un gato y está esterilizado, será preferible adoptar un gato del sexo opuesto.

¿Pelo corto o largo?

Esto es más una cuestión de gusto y de voluntad a la hora de tener que consagrar tiempo para asearlo diariamente. Los gatos de pelo largo necesitan una sesión de aseo con frecuencia. Los gatos sphynx o «gatos calvos» necesitan un baño regular para retirar el exceso de sebo de su piel.

¿Gato de raza o callejero?

No existen dos gatos idénticos. La personalidad de los gatos, al igual que la de las personas, cambia muchísimo, incluso entre los gatitos de una misma camada. Sin embargo, algunos rasgos de carácter cambian realmente según la raza. Los persa y los ragdoll, por ejemplo, suelen ser relajados y sedentarios, mientras que los bengalí y los siameses tienen tendencia a ser muy activos. Estos últimos tienen la reputación de ser muy parlanchines y sobones con sus propietarios. Si has tenido un flechazo con una raza de gato en particular, elige con cuidado a la cría. Algunas razas son propensas a ciertos problemas médicos, ya que algunos criadores (aunque no la mayoría) no son prudentes con sus programas de selección. Los gatos callejeros suelen gozar por lo general de una mejor salud, ya que están dotados de una gran diversidad genética.

El gato que adoptes formará parte de tu vida durante muchos años. Para que esta alianza sea ideal, es importante que elijas correctamente. Infórmate y pregunta a criadores y a propietarios de gatos, ellos te podrán dar los mejores consejos. Hay muchos libros y artículos sobre los gatos y las diferentes razas, tómate tu tiempo para informarte. No olvides que la mejor elección es aquella con conocimiento de causa.

Una gran responsabilidad

Tendrás que tener en cuenta varios puntos antes de adoptar a un gato. Es muy importante que elijas al gato que está hecho para ti, ya que deberás cuidar de él durante los 10, 15 o 20 próximos años.

Crédito de la foto: Yummypets

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