¿Qué es mejor: comprar arena mineral o vegetal? ¿de arcilla o de sílice? ¿fina o granulosa? ¿perfumada o de olor neutro?
La competencia causa estragos en el mundo de la arena para gatos, pero memoriza lo siguiente: una buena arena debe ser muy absorbente, neutralizar los olores, no retener mucho polvo, tener un coste razonable, ser de fácil limpieza y tener un impacto reducido en el medio ambiente.
La arena mineral
La casi totalidad de las arenas que se venden hoy en día se fabrican o a partir de sílice, o a partir de arcilla, como la sepiolita o la bentonia, minerales que se caracterizan por tener una gran capacidad de absorción de la humedad.
La arena mineral suele ser más económica, pero presenta varios inconvenientes. Es pesada, por lo que cuesta transportarla, genera polvo que se pega a las patas del gato, y además, no es biodegradable, por lo que origina casi 400 000 toneladas de deshechos no degradables al año.
La arena vegetal
La arena vegetal se fabrica a partir de fibras o de serrín procedente de la madera de abeto o de pino, especies de árboles que absorben bien la humedad y se degradan fácilmente al aire libre después de unas semanas.
La arena vegetal es dos veces más ligera que la arena mineral, produce menos polvo y es biodegradable, por lo que se puede reutilizar para compost. El coste de la arena vegetal es más elevado, pero dura más tiempo, compensando así la diferencia de precio.
La arena aglomerante
La arena aglomerante está compuesta de partículas compactas que forman bolitas al contacto con la orina del gato. Solo tendrás que retirar estas bolitas cada día con la ayuda de una pala, pero la arena puede durar mucho más tiempo, solo necesitas reponer la que se haya gastado. El arenero se limpia mucho más rápido y resulta mucho menos desagradable.
La arena perfumada
Los gatos no suelen apreciar la arena perfumada artificialmente. La neutralización de los malos olores debe proceder únicamente de la estructura del arenero: debe retener el agua suficiente para evitar la formación de charcos y que los gránulos o las fibras prevengan el desarrollo bacteriano que deriva de la emisión de amoniaco.
Y tú, ¿qué arena prefieres?