Si eres propietario de un perro, te entregarás en cuerpo y alma para que tu mascota sea lo más feliz posible. En este artículo te damos las claves necesarias para saber cómo hacer feliz a tu perro.

¿Cómo reconocer a un perro feliz?

Cuando tu perro esté tranquilo, se concederá largos periodos de sueño. Debe dormir entre 8 y 10 horas al día.

Los perros tienen un modo de vida fijo, con sus costumbres que repetirán cada día. Si tu perro está feliz, será más vivaracho, sus ojos brillarán y te reclamará todo el tiempo. Un perro feliz siempre está dispuesto a todo, quiere jugar todo el tiempo y salir a pasear. Es amable con tu entorno y más bien sociable. Para saber si tu perro está feliz, fíjate en cómo se comporta cuando no puedes pasar tiempo con él. Debe jugar con sus juguetes y encontrar una ocupación, y cuando vuelvas a casa estará contento de verte. Cuando estés descansando por las noches, tu perro debe venir hacia ti, para disfrutar de tu cariño y de tus caricias. Si por el contrario, tu perro duerme mucho más de lo habitual, no tiene ganas de hacer nada, ni siquiera pasearse o jugar; si tiene tendencia a ladrar a menudo y no come como debería, es evidente que existe un problema. No dudes en hablar de ello con tu veterinario.

¿Qué puedo hacer para que mi perro sea feliz?

Pasea a tu perro

Un factor clave en la vida del perro es el paseo. A tu peludo le gusta gastar energía y estará feliz si se puede mover, correr, revolcarse en la hierba, etc. Tienes que sacar a tu perro cada día, al menos unos 20-30 minutos. Es absolutamente necesario para su bienestar, sobre todo si tu perro pasa todo el día encerrado. Varía los sitios por los que paseas en la medida de lo posible, lo agradecerá. Cuando puedas, no dudes en llevarlo a un parque grande o a la playa. Los espacios abiertos son perfectos para que los perros puedan correr y reunirse con sus amigos. Aprovecha y llévate una pelota, podréis jugar juntos y será perfecto para él.

perro paseo en el campo

Consagra un lugar para tu perro en tu hogar

Tu perro debe contar con un lugar físico, pero también psicológico en tu vida y en tu familia. Debes poner a disposición de tu perro tres rincones diferentes: uno para dormir, con una cesta cómoda en la que encontrará sus juguetes. En otro lado de la habitación, debe encontrar su rincón para la comida con sus dos comederos. Por último, prepara un lugar en el que pueda hacer sus necesidades. Consagra tiempo para tu perro y acostúmbrate a hacer cosas con él. Si tu perro tiene que quedarse solo durante una buena parte del día, déjale cosas con las que entretenerse; no debe aburrirse durante tu ausencia.

Labrador tranquilo cesta

Muéstrale tu amor a tu perro

Tienes que estar atento a tu perro, excepto cuando lo acabes de castigar. Aprende a interpretar sus comportamientos: una vez que lo consigas, te podrás anticipar a sus necesidades de la mejor manera. Concede momentos especiales a tu perro. Tan solos tú y él, especialmente si sabes que su rutina va a cambiar por la llegada de un evento especial (la adopción de otro perro, el nacimiento de un niño, una mudanza…) No dudes en ofrecerle golosinas a tu perro durante estos momentos, esto solo podrá hacerle más feliz.

Mimos con perro

Crea una rutina con tu perro

Es un hecho: los perros prefieren tener una rutina y unas costumbres. Fija los horarios de las comidas, las horas de salida y las horas de juego. Si quieres que tu perro sea feliz, intenta no cambiar sus hábitos. Lo mismo se aplica a su alimentación. Tu perro preferirá comer siempre lo mismo. Procura darle comida destinada a perros y evita al máximo los restos que os sobran en las comidas. Cambia su alimentación únicamente cuando cambie de categoría: cuando se haga adulto, llegue a la tercera edad, o cuando su edad o sus gustos cambien.

Particularidades de los perros que viven en un apartamento

Si vives en un apartamento, tendrás que hacer más esfuerzos para que tu perro sea feliz. Cuando un perro vive en una casa, puede gastar energía más fácilmente, ir al jardín y correr. Si vives en un apartamento en la ciudad, debes acostumbrar a tu perro a este entorno desde el primer día en que lo adoptes. Se debe familiarizar con los ruidos cotidianos de la ciudad, como los cláxones, la circulación, las multitudes, los transportes públicos, etc. En cuanto adoptes a tu perro, llévalo contigo a las diferentes salidas que hagas, como por ejemplo comprar el pan o hacer la compra. Esto lo acostumbrará a este entorno y cogerá más confianza. Si trabajas todo el día, no olvides dejar juegos a su disposición para que no se aburra. Y cuando llegues, tómate el tiempo de dar un gran paseo con él (unos 20-30 minutos). Esto os irá bien a ambos, compartiréis un momento de complicidad y será como una bocanada de aire fresco para tu perro. No olvides que los perros siempre estarán mejor en espacios abiertos. Por lo tanto, lleva a tu perro a parques grandes, a la playa o al campo para que pueda correr sin correa lo más a menudo posible. No dudes en presentarle a otros perros, esto mejorará su vida social. Tu perro puede ser muy feliz en un apartamento si le consagras tiempo y te pones manos a la obra para responder a sus necesidades.

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