Al igual que nosotros, nuestros amigos felinos pueden padecer hepatitis. La hepatitis es una enfermedad del hígado que puede afectar a los gatos. Se trata de una enfermedad grave en el gato que ha de ser tratada inmediatamente. 

Descubra sus síntomas, sus causas y sus posibles tratamientos.

¿Qué es la hepatitis?

El hígado en el gato es uno de los órganos más grandes. Básicamente, se trata del órgano que limpia el cuerpo al eliminar las toxinas y que almacena el glucógeno para mantener el equilibrio de la glucosa del gato. Podemos decir que tiene el papel de filtro en el cuerpo.

La hepatitis es una enfermedad severa del hígado durante la cual, se inflama el tejido hepático (el hígado). Se trata de una enfermedad vinculada a una enfermedad infecciosa o a una intoxicación.

Aunque, la hepatitis felina es menos común que la canina, ha de tenerse en cuenta al hacer diagnósticos y analizar el estado de salud de su gato. Además, el tratamiento será más efectivo si se diagnostica pronto.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis en gatos?

En la mayoría de los casos, vemos un debilitamiento general del gato que padece hepatitis: parece más cansado, come menos, y por consiguiente, adelgaza. El blanco de sus ojos, así como su piel y sus encías, toman un color amarillento. También podemos observar que el gato bebe y orina con mayor frecuencia. Asimismo, el gato puede sufrir vómitos y diarrea.

Dependiendo de si la hepatitis es crónica o aguda, los síntomas suelen variar. Si se trata de un fallo hepático agudo, los síntomas son súbitos. Entonces, si la hepatitis es crónica, su gato puede tardar en tener varios síntomas alarmantes. Para que la situación no vaya a más, le aconsejamos que observe bien su felino y  que consulte con su veterinario si nota cualquier síntoma.

Los síntomas más habituales son:

  • Letargo : Puede notar que su gato se cansa rápido o que duerme más de lo normal. Un gato suele dormir 12 a 16 horas al día. Si nota que duerme más de 16 horas puede observar su comportamiento y detectar otros síntomas que indiquen que sufre de hepatitis felina.
  • Falta de apetito : Los gatos suelen perder el apetito al padecer hepatitis. Si cuando le daba de comer solía correr y comérselo todo y que ahora ya se demora al venir a ver su comida, consulte con su veterinario. Puede que solo se trate de una falta de apetito puntual y pasajera, pero si también tiene otros síntomas, es mejor que lo hable con un especialista. 
  • Cambios de conducta : Los gatos al estar enfermos pueden cambiar drásticamente de comportamiento. Puede hasta parecer impresionante ya que de la noche a la mañana puede tener un gato diferente en casa. El cambio de comportamiento se debe al malestar del gato y/o al dolor que esta padeciendo.
  • Problemas al caminar : Observe bien su felino y no tarde en consultar con su veterinario si ve que pierde el equilibrio o que le cuesta caminar de forma normal. 
  • Convulsiones : Si su gato padece de hepatitis, puede tener convulsiones. Las convulsiones suelen impresionar pero no se deje llevar por la situación y lleve de inmediato su gato al veterinario. 
  • Bajo ánimo : También puede notar que su gato se siente débil y que por lo tanto, no está tan animado como siempre. Es un síntoma frecuente de la hepatitis felina y de muchas enfermedades.  
  • Ictericia : La ictericia en gatos es otros síntoma de la hepatitis y de otros problemas hepáticos. Su gato sufre de ictericia si tiene la piel o las mucosas de color amarillento. Al igual que en los Humanos, los problemas hepáticos suelen verse fisicamente por el color amarillento que toman las partes del cuerpo. 

¿Cuáles son las causas posibles de la hepatitis en gatos?

La inflamación del hígado se debe a varias cosas. Así mismo, diferentes causas explican la hepatitis en los gatos. Aquí les dejamos las causas más frecuentes:

  • Un virus :  Aunque podríamos pensar que se trata del mismo virus humano, no tiene nada que ver con la hepatitis humana. Existen varios virus que pueden causar hepatitis. Por ejemplo, los virus que provocan la leucemia felina y la peritonitis infecciosa en el gato también puede causar hepatitis ya que se atacan al tejido hepático. 
  • Una intoxicación : La hepatitis tóxica es causada por la ingestión de alimentos tóxicos. Así mismo, el gato puede haber comido, por ejemplo, una presa enferma y se le ha acumulado cobre en el hígado. Aunque, la hepatitis tóxica no es muy frecuente en gatos ya que suelen elegir correctamente y de forma hasta quisquillosa su comida.  
  • Parásitos :La hepatitis puede tener un origen bacteriano. Suele ser causada por la toxoplasmosis o la filariosis. La toxoplasmosis es una enfermedad causada por el toxoplasma gondii. Se trata de un parásito que se contagia por vía oral. El gato puede contagiarse al ingerir heces de otros animales. Así mismo, si su gato no sale de casa, no tiene muchas probabilidades de tener este parásito. En respeto a la filariosis, se trata de una enfermedad cardiopulmonar causada por el parásito Dirofilaria immitis que se transmite por los mosquitos. 
  • Una infección bacteriana : Causado por la Leptospira, la hepatitis de origen bacteriano es más común en el perro que en el gato. Aunque, de forma excepcional, el gato puede padecer la infección.  La Leptospira es una bacteria que puede extenderse por contacto directo con otro animal. Puede provocar la leptospirosis, una enfermedad contagiosa que se puede transmitir a los humanos. 
  • La anorexia: A veces puede estar causada por otra enfermedad o por el estrés. Si su gato padece anorexia, no se alimenta correctamente ni bebe lo debido. Así mismo, su hígado puede verse afectado.
  • Predisposición genética: Algunas razas están más predispuestas que otras a la hepatitis. Ejemplo de ello son el persa, el siamés, el abisinio, el oriental y el himalayo.
  • Tumores: Suelen verse más en gatos de edad avanzada. El tejido de los tumores puede llegar a destruir el hígado. En este tipo de casos, se trata de tumores generados en otros órganos. Si el gato tiene metástasis, lo mejor es consultar con el veterinario ya que la hepatitis no se curará si no se encuentra solución a los tumores. 

¿Cómo tratar la hepatitis en gatos?

Si el veterinario confirma que el gato padece hepatitis, algo que suele tener lugar tras un examen sanguíneo, puede administrarle una fluidoterapia intravenosa con dextrosa.

Adaptar la alimentación

El punto clave del tratamiento de la hepatitis es la alimentación. Esta enfermedad puede ser un verdadero círculo vicioso: a veces está provocada por la anorexia, y la misma hepatitis ocasiona una pérdida de apetito, dando así lugar a un mayor adelgazamiento. Se debe ayudar al gato a retomar su peso. Para ello, existen estimulantes del apetito, los cuales solo pueden ser administrados durante algunos días. Su régimen alimenticio debe ser adaptado: tiene que tomar alimentos muy apetitosos, ricos en nutrientes y proteínas para que no pierda masa muscular.

Evitar el vómito 

Con el fin de evitar el vómito, se le pueden dar medicamentos antieméticos y antiácidos. Ha de asegurarse de que su gato se alimenta correctamente. No dude en controlar rigurosamente su alimentación. Si su gato no come lo suficiente o los alimentos adecuados, no podrá curarse correctamente.

Consultar con un veterinario 

Aunque la hepatitis siga siendo una enfermedad difícil de tratar, lo importante es reaccionar rápidamente para que su gato pueda curarse con la menor molestia posible.

Ante cualquier duda, sobretodo consulte con su veterinario. Solo él sabrá exactamente cómo ayudar a su gato y recetarle los medicamentos necesarios. Además, puede que la hepatitis sea causada por otra enfermedad. Es importante analizar el estado de salud general de su gato para asegurarse de que no esconde ninguna enfermedad. Si la hepatitis es causada por une enfermedad, antes tendrá que curar la enfermedad para poder ocuparse de la hepatitis.

¿Su gato ya ha sufrido crisis hepáticas?

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