Situado en un refugio luego de haber sido maltratado, Maka se ha ganado los corazones de los voluntarios con su dulce temperamento. Y especialmente la de Kencho, una chica voluntaria que acababa de perder a su perro...
Una prueba díficil para Kencho
Kencho Gurung fue voluntaria en la sociedad humanitaria de Kaiua-Kona, en Hawaii, durante los últimos 5 años. Luego de haber perdido su Husky de 15 años el pasado noviembre, ella decidió pasar tiempo en el refugio ya que era lo único que podía darle un poco de consuelo durante su luto.
Un día mientras trabajaba como voluntaria, Kencho conoció a Maka (que significa "ojos" en hawaiano). La perra de 7 años fue ubicada en el refugio después de haber sido maltratada por su dueño cuando dió a luz a una camada de cachorros. La perrita cuido de sus crías hasta el momento que su pata izquierda fue lesionada de forma irreversible.
Una investigación criminalística fue llevada a acabo al dueño de Maka, la perra fue puesta en cuarentena y alejada de los otros perros. Ella no se relacionaba mucho con los humanos, a excepción de cuando iba a visitarla Kencho.
« Yo trataba de estar con ella la mayor parte del tiempo posible» declaró Kencho a The Dodo. « Ella necesitaba afecto, y lloraba cuando tenía que decirle Adiós» Agregó la chica.
Una adopción que parecía comprometedora
Las semanas transcurrieron y Kencho continuó visitando a Maka para que su estadía en el refugio fuese menos deprimente. Lamentablemente Maka no podía ser adoptada a causa de la investigación efectuada a su dueño, mientras tanto Kencho no dejaba de preocuparse por ella.
« Yo no podía dormir pensando en Maka, yo me preguntaba como estaría ella » declaró la joven.
Al cabo de algunas semanas, Kencho explicó que Maka había sido transladada a una nueva jaula, esta vez, al lado de los perros que se encontraban en adopción. La chica la llevó a pasear con el objetivo de pasar más tiempo con ella , y mientras ella se disponía a adaptarla, se dió cuenta que otra familia iba a llenar los papeles de adopción para llevar a Maka con ellos.
"yo estaba abatida " confeso Kencho.
"Me tomó dos semanas para llenarme de valor y regresar al refugio, sabiendo de todas maneras que ella había partido. Pero finalmente, la fondación para la cual yo trabajaba decidieron no ubicarla con esa familia . Dado que Maka tenía necesidades especiales y que la pareja tenía tres niños, esos dos puntos no les parecieron compatibles."
La perra et Kencho se volvieron inseparables
Kencho sabía aue ya era hora de apotarla. Finalmente, el 19 de diciembre la adopción fue llevada a cabo. Antes de regresar a la casa, las dos se tomaron una foto para inmortalizar el gran día.
Maka, por lo tanto, eligió su nuevo juguete, un zorro de peluche.
« Ella entró saltando a mi cama y no dejaba de sonreír. Me llenó mucho de alegría » a declaró Kencho.
La perrita remplazó progresivamente el fallecimiento de su Husky, la joven está contenta de que Maka haya entrado en su vida y de mostrarle lo precioso que puede ser el amor de un perro.
« Maka duerme conmigo todas las noches, se acurruca a mi lado» afirmó la chica.
« Ella ronca fuertemente ! » exclamó la chica.
Fuente : The Dodo
creditos de las fotos: Kencho Gurung
