Nuestros compañeros perrunos nos quieren incondicionalmente tal y como somos. Y como todo en este vida, sus razones tienen.
Nosotros controlamos su comida y sus premios golosos; esa balanza tan sabrosa sobre la cual se construyen las relaciones hombre-perro. En cambio, un perro muy inteligente, llamado Pituco, ha descubierto cómo eliminarnos de la ecuación.
Pituco vive en la ciudad de Paraí, Brasil, donde ha establecido una rutina bastante ingeniosa. En lugar de ganarse los premios por obediente, se ha dado cuenta de que puede ir a recoger él mismo su propia comida.
Casi todos los días, sale de su casa para dar un paseo hasta la clínica veterinaria más cercana, Agro Pet, la cual dispone de una tienda de alimentos para mascotas.
Ahí es donde recoge su exquisito almuerzo para, una vez después, reponer energías en casa.
Esta rutina diaria lleva sucediendo durante un tiempo, pero no es lo que Pituco se piensa. La tienda pone todo lo que él agarra en la cuenta de la familia, quien más tarde viene a pagar.
“Todo el mundo conoce a Pituco”, dijo el veterinario de Agro Pet. “Su comida están en el estante superior, así que tenemos que bajársela nosotros. Y no para de ladrar hasta que lo hacemos”.
Aunque Pituco es claramente un perro independiente, no piensa solo en sí mismo. A veces, su familia llama a la tienda antes de que el perro llegue para pedir comida para gatos, o semillas de pájaro para sus otras mascotas, las cuales Pituco lleva felizmente de vuelta a casa.
¿No crees que Pituco es el mejor perro del mundo?
Fuente: The Dodo