El mes de diciembre ha llegado, y aunque los perros sean más resistentes que las personas, también notan el frío. Por ello, debes protegerlos.
Los perros también tienen necesidades específicas en esta época del año. En invierno, el pelaje es más denso y, según la raza, puede protegerle bastante bien contra el frío, sin embargo, no tanto es así para otras.
No olvides que los perros se están acostumbrando cada vez más a quedarse calentitos en casa, por lo que son menos resistentes al frío.
La sensibilidad depende del perro
Unos perros son más sensibles que otros al frío, y la sensibilidad a las bajas temperaturas depende de la raza, el tamaño y la edad. Así, los perros de pelo largo, como el terranova, el san bernardo o el husky, están mejor «equipados» para soportar el frío que el chihuahua o el yorkshire. Las razas de pelo corto, como el lebrel, son más sensibles, al igual que los cachorros o los perros más mayores. Por ello, es recomendable ponerles un jersey o abrigo cuando hace mucho frío.
Tres gestos que debes adoptar para proteger a tu perro contra el frío
Prepara una caseta acolchada
Este punto se centra en los animales que pasan la noche en una caseta y no en un cesto dentro de casa. Prepárale una morada bien calentita y cómoda para el invierno. Además, no olvides aislar el suelo y el techo ayudándote, por ejemplo, de alfombras especiales que se fijan a las paredes de la caseta y que le permiten a tu compañero estar bien protegido del frío y de la humedad.
Cambia la alimentación de tu perro
Esto depende del modo de vida de tu mascota. Un perro que sale poco no necesita una alimentación más rica en nutrientes durante el invierno. Por el contrario, si tu compañero pasa mucho tiempo fuera, gastará energía luchando contra el frío y, por lo tanto, necesitará una alimentación adaptada. Se recomienda aumentar las raciones de comida entre un 10 % y un 20 %, según las condiciones climáticas y su nivel de actividad.
Mantenlo hidratado
Tampoco debes olvidar proteger el agua de tu perro. Si colocas su recipiente en el exterior, te aconsejamos que durante el invierno utilices un comedero de plástico en lugar de uno de acero inoxidable para evitar que el agua se congele. Tu perro debe estar siempre hidratado, y más aun en los periodos en los que la temperatura roza los 0 °C. Vela para que siempre tenga agua a su disposición.
¿Y la nieve?
Todos disfrutamos paseando en la nieve, y los perros no son la excepción. No lo prives de este placer, pero recuerda secarle bien las patas tras el paseo. Debes insistir en las zonas situadas entre las almohadillas de sus pies para evitar posibles grietas o congelaciones. Es muy importante que cuides su dermis. Para acabar, procura que tu amigo de cuatro patas no ingiera mucha nieve, ya que podría causarle algunos problemas digestivos.
Queremos darle las gracias a Vétheo por habernos ayudado con este artículo.