Un bulldog inglés suele ser un perro con problemas de salud. Antes de adoptar uno, te aconsejamos informarte bien sobre la raza.
Entre los problemas de salud más conocidos de los bulldog, destacan los problemas del velo del paladar, debido a que es una raza braquicéfala. El velo del paladar suele ser muy grueso, y genera numerosas enfermedades. Esta raza también sufre problemas de piel, displasia de cadera y problemas cardiacos.
Para intentar minimizar los riesgos, lo mejor es que te dirijas a un criador profesional. Estos criadores están sometidos a una normativa estricta. Pasar por un criador profesional te garantizará que la descendencia del perro esté sana.
Estar seguro de que tanto los padres como los abuelos no padecen o han tenido una alergia, han pasado por una operación de velo del paladar o presentan una estenosis de las fosas nasales es necesario. Es importante que te informes sobre el linaje de los perros, dado que los problemas más graves son genéticos. No obstante, debes ser consciente de que las enfermedades siempre se generan en algún momento y de que no puedes estar seguro al 100 % de la futura salud de tu perro, pero si puedes poner la suerte de tu parte, mejor que mejor.
Dado que los problemas concernientes al velo del paladar no se pueden detectar cuando el perro aún es joven, el mejor consejo que podemos dar es el de evitar un perro cuyas fosas nasales estén muy pegadas la una a la otra, ya que tendrá dificultades respiratorias.
También deberás fijarte en el bultito que tiene encima de la trufa. Si este sobresale por encima de la trufa o cubre una parte, lo más seguro es que el perro tenga problemas respiratorios más tarde.
Los criadores garantizan un perro que cumpla con los criterios de elegibilidad, con buena salud y criados en las mejores condiciones, tanto a nivel de confort como de sociabilización. Porque más allá del factor salud, que es muy importante, no debemos olvidar el aspecto humano y la sociabilización. Un cachorro que se queda confinado en un cercado será más tímido y miedoso que un cachorro que esté acostumbrado al contacto humano, al ruido, a otros animales, etc.
Pasar por un criador también te garantizará un seguimiento tras la adopción. Si tienes la menor pregunta o problema con tu perro, el criador estará encantado de responderte gracias a su pasión y profesionalismo. Y sobre todo, tendrás una garantía que no encontrarás en otra parte: garantía en caso de problema grave de salud, que obligará al criador a participar en los gastos veterinarios; o, si tu perro no cumple con los criterios de elegibilidad, serás indemnizado económicamente.
Una vez que encuentres al criador que más te convenza, reúnete con él varias veces, pregúntale todo lo necesario y observa a los perros. Encontrarás a la bolita de pelo hecha para ti sí o sí.