¿Conoces a la chinchilla? Está empezando a expandirse, pero ¿qué sabemos de ella? ¿Está hecha para todo el mundo?
Descubramos juntos a este pequeño roedor peludo.
Origen de la chinchilla
La chinchilla doméstica es un roedor nocturno originario de la Cordillera de los Andes. Pertenece a la familia de los Chinchillidae y vive únicamente en cautividad. Es un híbrido procedente del cruce entre la chinchilla lanigera y la chinchilla brevicaudata.
Se ha criado en cautividad desde 1923 y fue escogida por su pelaje denso y suave.
Desde hace unos quince años, la chinchilla forma parte de los nuevos animales de compañía y no está en vías de desaparición.
Características físicas de la chinchilla
El cuerpo del macho es más pequeño, aunque la diferencia entre macho y hembra no es necesariamente evidente. Su cuerpo es regordete y casi sin separación con la cabeza.
Mide entre 20 y 35 cm sin contar la cola, que puede medir hasta 20 cm. El adulto pesa entre 400 y 800 g. El largo de su cola puede variar, y es peluda, tupida y curvada.
Posee un pelaje denso, y se declina en una gama de colores. De todas las especies terrestres con pelo, es la que tiene el pelaje más denso.
El tamaño de la cabeza difiere según su origen genético. Posee grandes orejas redondeadas de aproximadamente 6 cm, casi peladas. Sus ojos son grandes y redondos, de color negro o rubí, según las mutaciones y su albinismo.
Carácter de la chinchilla
La chinchilla es un animal nocturno. Es más activa por la noche que por el día, durante el cual necesita un lugar tranquilo. Es más bien miedosa y dulce, pero necesita ser domesticada. Sufre mucho de estrés. Prefiere seguir una rutina y no le gusta moverse (para ir de vacaciones, por ejemplo). Al ser muy territorial, no es muy dada a la compañía a no ser que haya crecido junto a otro animal. Intenta no juntar a un macho y una hembra ya que la reproducción es bastante complicada.
Salud y cuidados de la chinchilla
La chinchilla es un animal frágil, pero no más que cualquier otra mascota. Corre el riesgo de desmayarse si la asustas. Una chinchilla traumatizada estará marcada de por vida. También es un animal propenso a la depresión. No dudes en hacerle salir de su jaula, pero cuidado: es sensible a las corrientes de aire, al calor, al sol y a los cambios bruscos de temperatura.
Las chinchillas pueden padecer diversos problemas de salud:
- Maloclusión (alineación incorrecta de los dientes, impidiendo el desgaste normal de la dentición).
- Toxemia (intoxicación de la sangre).
- Escorbuto (carencia de vitamina C).
- Problemas digestivos.
- Problemas en el glúteo (las hembras).
- Tricofagia (masticación de los pelos debido al estrés, malnutrición o problema hereditario).
Necesitará una jaula lo suficientemente grande, como una especie de pajarera, para que pueda trepar y gastar energía. Las ramas no tóxicas y las flores secas la harán feliz. Deberás dárselas paulatinamente, ya que para ella es como una golosina. Prepara también un comedero, una cama, un distribuidor de agua, un pesebre especial para chinchilla y un refugio. No dudes en consultar nuestro artículo sobre cómo elegir el lugar adecuado para su jaula.
Es herbívora y por lo tanto, se alimenta de heno y granos específicos para chinchilla.
Es un animal muy delicado, hay que informarse muy bien y ser serio con ella. No es un animal adaptado a los niños.
¿Estás pensando en adoptar una chinchilla? Aquí tienes otro de nuestros artículos que resolverán tus dudas antes de adoptar.