Desborda energía, araña constantemente, te muerde sin parar… ¿Qué puedes hacer? Si tu gatito es hiperactivo, lo notarás desde las primeras semanas.
Abordamos el tema para ayudarte a comprender mejor a tu gato.
Retrato de un gatito hiperactivo
Un gatito hiperactivo siempre está en alerta. Reacciona al menor estímulo, maúlla en exceso y no sabe parar. Tiene tendencia a introducir todo en su boca, aunque no tenga aspecto de comida. Al igual que una persona hiperactiva, no es capaz de concentrase, pasa de una actividad a otra incesantemente. En cuanto empiezas a jugar con él, no comprende los límites. Se sube a todo: los muebles, las cortinas, o incluso sobre ti. No aprecia el sometimiento, en particular que se le coja por el cuello: morderá y arañará para escaparse. Sus relaciones con el resto de gatos son conflictivas. Se muestra recalcitrante hacia toda forma de aprendizaje. Si reconoces a tu gato en esta descripción, debes tomar medidas.
Todo se juega en las primeras semanas
Para empezar, debes saber que todo se juega durante las primeras semanas. La madre tiene un papel preponderante, ya que es ella la que lo tranquilizará y/o encarrilará. A través del contacto, aprende a contener la mordida, a retractarse de sus arañazos y a controlar su impulsividad. Si la madre está desbordada (por ejemplo, debido a una camada numerosa), carecerá de esta enseñanza. El gatito corre el riesgo de presentar graves lagunas y un comportamiento hiperactivo, por lo que habrá que sustituirla y tomarse el tiempo para mejorar su educación.
Para minimizar el riesgo de tener que soportar a un gato hiperactivo, asegúrate de que ha sido criado hasta las 8 semanas con sus hermanos y hermanas con una madre tranquila y que goza de buena salud.
Comprueba que se deja llevar sin rechistar cuando se le coge por el cuello (como lo hacía su madre).
¿Qué hago si mi gato es hiperactivo?
Un gatito hiperactivo no se tranquiliza con la edad. No esperes y consulta a un veterinario, que podrá establecer un tratamiento. Si el tratamiento tiene buenos resultados en el gatito, el tratamiento oscilará entre los 6 y los 12 meses una vez pasada la pubertad, pero recuerda que su recuperación no se completará jamás.
Sea como fuere, sé un buen educador. Evita jugar con las manos descubiertas con tu gatito, lo mejor serán los juegos a distancia (una pelota). Si tu gatito se va hacia todos lados, no lo animes y para el juego. Lo mismo se aplica si te muerde o te araña. Espera el tiempo necesario para que se calme, y empieza de nuevo. Sé estricto, la pequeña bofetada en la nariz solo se puede emplear en gatos muy pequeños (6 a 10 semanas). A partir de esta edad puede parecer un ataque y corres el riesgo de empeorar la situación.
Querer a su gato no quiere decir aceptarlo todo, también significa poner límites para permitirle vivir en harmonía con su entorno.
Ten un comportamiento adecuado contra la hiperactividad
Creemos que la relación entre el hombre y el gato es mágica. Nuestro único objetivo es el de mejorar el confort y el bienestar de nuestros compañeros. Por eso, tenemos que cuidarlos de la misma manera que ellos lo hacen con nosotros.