A menudo decimos "de tal dueño, tal perro". ¿Los perros realmente se parecen a sus dueños? ¿Tanto física como mentalmente? ¿Sería simplemente una cuestión de elección y educación?
"De tal dueño, tal perro"
Este conocido proverbio tiene un origen desconocido. Parece derivar del famoso "de tal palo tal astilla" También existe en el idioma inglés "such master, such dog". Esta expresión ha inspirado a muchos artistas, principalmente fotógrafos, que han realizado sesiones fotográficas entre el amo y el perro para mostrar las similitudes, especialmente físicas, entre un amo y su perro.
La famosa película de Walt Disney, Los 101 Dálmatas, muestra el parecido físico entre los dueños y sus perros en la escena en la que Pongo observa un desfile de perros y dueños.
¿Existe realmente un parecido entre un amo y su perro?
Esta pregunta la hicieron los niños en el programa de Noëlle Bréham "Le répondeur des P'tits bateaux" en France Inter. Joël Dehasse, veterinario especialista en comportamiento, intentó entonces responder a esta pregunta. Para él, los estudios científicos realizados sobre el parecido entre los propietarios y sus perros no han demostrado nada en particular. Sin embargo, inconscientemente, a los seres humanos les gusta asociar lo que se les asemeja y seleccionarlo en su memoria.
Además, no debemos olvidar que no elegimos nuestro animal por casualidad. A menudo lo elegimos de memoria y sin saberlo, buscamos un cierto espejo de nosotros mismos, ya sea emocional o físico.
También se dice que el animal elige a su amo. ¿Es esto sólo una impresión? Joêl Dehasse explica que podemos sentir el corazón del animal y que nos conmueve. El perro puede sentirlo y las emociones de los dos seres pueden sincronizarse como un vínculo que se establece entre los dos. De esta manera, el animal y el ser humano se eligen el uno al otro.
¡Cuando se les dice que dejen que su corazón hable, no es sólo una expresión!
¿Sintió esto al ver a su animal?
Fuente : France Inter/Le Monde.
Imagen de ilustración.
Silvana A