El Ragdoll es un gato sorprendente que se suele confundir con el Sagrado de Birmania. Descubra sus orígenes, características y carácter.
Los orígenes del Ragdoll
Aunque sus orígenes no se conozcan demasiado, varios expertos afirman que el ancestro del Ragdoll se llamaba Joséphine. Su carácter dulce y cariñoso atrajo a Ann Baker quién la hizo reproducirse con un gato de raza desconocida. Algunos sugieren que se trataba de un Sagrado de Birmania, otros de un gato callejero de pelo largo que se parecía a Joséphine. Después. Ann Baker hizo reproducirse Joséphine con sus gatitos y con sus hermanos y hermanas para fijar las características de la raza.
El Ragdoll fue reconocido en 1965. Los primeros especímenes llegaron a Europa en 1981.
Las características físicas del Ragdoll
El nombre de Ragdoll viene de una característica típica de este gato… Efectivamente cuando lo levantan para llevarlo en brazos, su cuerpo se vuelve “blando”. Es casi flexible como una muñeca de trapo: « Ragdoll » en inglés.
El Ragdoll es un gato grande. El macho puede llegar a pesar 9 kg y la hembra 6 kg. Tiene una musculatura fuerte y huesos potentes. Su pelaje es blanco cuando nace, pero después puede tener 3 colores: colourpoint, mitted y bicolores. La cola es larga y la lleva bien alta.
Su cabeza es triangular con contornos redondos. Sus ojos siempre son azules.
El carácter del Ragdoll
El Ragdoll tiene la reputación de tener buen carácter. En efecto, es dulce y bueno. A los aficionados de esta raza no les cuesta para nada encontrar puntos positivos a este gato. Es un gato cariñoso que depende mucho de su dueño ya que lo sigue por todas partes.
No se trata de una raza aventurera: se somete fácilmente y no se da cuenta de que está en peligro. Por eso mismo, no le aconsejamos que lo deje salir sin vigilancia.
Se adapta de maravilla a las personas tranquilas y que no suelen salir mucho. Además, se lleva muy bien con los otros animales y con los niños.