Este grumpy cat, o gato gruñón en castellano, claramente no tenía la intención de atraer la atención de los transeúntes, mientras se instalaba cómodamente en un pesebre. ¡Y, sin embargo, eso es lo que sucedió sin siquiera ser consciente de ello!
Un gato gruñón y corpulento en medio de un pesebre
Hace dos semanas, en una calle de Nueva York, la fotógrafa Brooke Goldman no esperaba presenciar tal escena. Instalado en el lugar del pequeño Jesús, un gato, bastante corpulento, miraba a la gente pasar sin ninguna intención de querer moverse de ahí.
La joven volvía de la estación de acompañar a un amigo cuando vio lo nunca visto. "Estaba tratando de llegar a casa lo antes posible para meterme en la cama y dormir un poco más", dijo.
Todavía somnolienta, Brooke se encontró de cara con el gran protagonista de la historia. Ella no pudo evitar inmortalizar la escena.
"¡Es como si estuviera delante de una visión sagrada!", exclamó.
Una escena que provoca sonrisas
Obviamente, el felino no sintió remordimiento alguno al ocupar tal lugar sin ofender a nadie. Parecía descansar pacíficamente entre medias de las figuras.
"No podía creerlo", dijo Brooke.
"Hizo que salir de la cama en esa mañana tan fría valiera la pena. Reír tanto tan temprano hizo que el resto del día fuera positivo", dijo.
Brooke Goldman, la fotógrafa en cuestión, tuvo la amabilidad de compartir estas fotos para que podamos disfrutarlas también. Después de todo, ten en cuenta que ésta es la temporada de alegría y convivencia, incluso cuando nos encontramos con cualquier gato gruñón.
"La imagen hilarante de un animal puede curar cualquier cosa", dijo la joven.
Fuente: The Dodo
Imágenes: Brooke Goldman
Blanca H
Leonel P