¿Has decidido adoptar un hurón pero todavía tienes dudas? No te preocupes, en este artículo vamos a intentar resolvértelas todas.
Consejos básicos
Antes de adoptar
Lo ideal sería que adoptaras a tu mascota en el fin de semana o durante tus vacaciones, de esta manera, te podrás ocupar del recién llegado a tiempo completo. La llegada es un momento muy importante tanto para él como para ti, ya que será cuando crees tu relación y establezcas las bases. Todo debe estar listo antes de que llegue: su casita, la jaula y su comida.
Su jaula debe estar en un lugar aislado y protegido de las corrientes de aire y del calor, dado que es un animal muy sensible y podría morir de un golpe de calor o de una gripe. Coloca una mantita confortable, intenta que se sienta cómodo en su nuevo nidito. También puedes colocar trozos de tela para hacerlo aún más cómodo, pero debes vigilar a tu hurón muy de cerca al principio, ya que a algunos hurones les gusta comerse la tela y esto no es nada bueno. Asimismo, pon a su disposición un comedero con carne y un bol con agua fría, procurando que siempre esté limpia. Tendrás que cambiarla con regularidad. Prepara su arena para el aseo, y sobre todo, no la coloques al lado de su comida, ya que a nadie le gusta comer al lado del WC.
Después de adoptar
Al principio, déjale algunas horas de tranquilidad, al margen de la familia y de otros animales. De esta forma, se acostumbrará a su nuevo entorno y podrá descubrirlo e inspeccionarlo tranquilamente. Una vez que se haya familiarizado, lo podrás presentar a los otros miembros del hogar. Háblale tranquila y suavemente, y no dudes en llamarlo por su nombre.
Al cabo de un tiempo, tu hurón decidirá pasearse por él mismo por toda la casa, pero no olvides cerrar las puertas y ventanas, ya que de lo contrario podría escaparse. Tenlo claro: no tardará mucho en ponerse a dar brincos por la casa, y se aislará raramente. Solo se refugiará en su jaula cuando tenga un momento de inseguridad.
Estos son algunos de los consejos básicos para la llegada de tu nueva mascota, sin embargo, debes plantearte otra cuestión importante:
¿Estás preparado para adoptar un hurón?
Cada vez más personas caen en los encantos de los hurones, pero antes de dar el paso, debes preguntarte si estás preparado para ello, y sopesar los pros y los contras, ya que estos animalitos piden especial atención.
Pros
- El hurón puede vivir con otros animales: un gato o un perro pueden convertirse fácilmente en un compañero de juego. También puede vivir con otros hurones con la condición de no colocar juntos a varios machos no castrados, ya que podrían pelearse. Además, no debes pasar por alto que los hurones son carnívoros, y que puede llevarse de calle a un roedor, un conejo o un pájaro.
- Es limpio, aunque de vez en cuando se le puede olvidar que tiene su arenero.
- Es cariñoso. Si bien es cierto que todos los hurones tienen un carácter diferente, les gusta dar cariño a sus dueños, sobre todo cuando se le adopta joven.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, el hurón no es un roedor, sino un mustélido, como las nutrias o las mofetas, por lo que es un animal que exige más cuidado que un hámster.
Contras
- El hurón necesita ser educado con el fin de evitar que muerda. Es aconsejable adoptarlo cuando aún es joven, alrededor de los dos meses, para que se adapte a tus reglas lo mejor posible.
- Está desaconsejado para los niños: el hurón no es un animal paciente y es capaz de morder a la menor contrariedad.
- Huele mal: su fuerte olor proviene de las segregaciones de la piel producidas por las glándulas sebáceas. ¿Sabías que su nombre científico Mustela putorius furo significa «ladrón apestoso»? No obstante, una vez que el hurón ha sido castrado, huele menos fuerte.
- Pide mucha atención: si se siente abandonado, puede deprimirse fácilmente. Procura sacarlo de su jaula al menos tres horas al día y jugar con él.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a despejar tus dudas. En cualquier caso, no olvides que adoptar un animal, en este caso un hurón, no es un acto sin importancia, y es indispensable que lo reflexiones antes de dar el paso.